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  • 26 de febrero de 2025
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Eva Miranda: “Vivimos un momento fascinante: las matemáticas están en todas partes”

Eva Miranda: “Vivimos un momento fascinante: las matemáticas están en todas partes”

Entrevista a Eva Miranda, matemática y catedrática de la Universidad Politécnica de Cataluña

Eva Miranda: “Vivimos un momento fascinante: las matemáticas están en todas partes”

Eva Miranda. / Foto: Cortesía de la autora

Licencia Creative Commons

 

Antoni Hernández-Fernández

 

Eva Miranda Galcerán es una destacada matemática catalana, especializada en geometría concretamente en geometría simpléctica. Licenciada y doctorada por la Universidad de Barcelona, ha trabajado en prestigiosas instituciones como la Universidad de Toulouse, la Universidad Autónoma de Barcelona y el observatorio de París. Actualmente, es catedrática en la Universidad Politécnica de Cataluña, donde dirige el Laboratorio de Geometría y Sistemas Dinámicos.

Miranda ha recibido múltiples reconocimientos, incluyendo el Acadèmia ICREA, la Cátedra de Excelencia en París, y el Premio Bessel de la Fundación Alexander Von Humboldt y el Premio François Deruyts de la Academia de Ciencias Real Belga. Hablamos con ella sobre su trayectoria, sobre la educación y las matemáticas, además de sobre una  original campaña de CASIO en la que ha participado.

 

Eva, muchas gracias por atender a Educational Evidence. Para empezar, ¿podrías contarnos un poco sobre tu trayectoria estudiantil y académica? ¿Cómo te interesaste por las matemáticas?

Desde pequeña, las matemáticas eran mi refugio, mi mundo perfecto donde todo tenía sentido y nada quedaba al azar. Las matemáticas eran como los estribillos de esas canciones pegadizas que no puedes quitarte de la cabeza. Me fascinaban los patrones que se repetían, esos ritmos ocultos que vibraban en números y fórmulas, como una melodía bien tocada. Cada problema era un rompecabezas por descifrar, una melodía oculta esperando a ser comprendida. Todo encajaba.

«Me fascinaban los patrones que se repetían, esos ritmos ocultos que vibraban en números y fórmulas, como una melodía bien tocada»

¿Por qué crees que dan tanto ‘miedo’ y generan rechazo, en buena parte de los estudiantes, los planteamientos curriculares de las matemáticas en la educación primaria y secundaria actual?

El problema de las matemáticas en el sistema educativo es el siguiente: cuando un estudiante entra en el sistema, ya conoce bien el alfabeto y el idioma, lo que facilita la tarea de un profesor de lengua o literatura. En esas clases, el alumno trabaja con elementos familiares: puede utilizar las palabras para escribir poemas o novelas y sentirse protagonista de su propio aprendizaje. Todo tiene sentido. En cambio, el lenguaje de las matemáticas se aprende más tarde, en el colegio y el instituto. No es hasta después cuando se puede usar para «escribir» las propias novelas, poemas o incluso haikus matemáticos. Esta diferencia hace que las matemáticas tengan mala fama: aprender las primeras reglas del juego —el alfabeto matemático formado por los números y sus relaciones, que son las ecuaciones— puede resultar tedioso. Relacionar ese vocabulario con la realidad es una forma de acercar al estudiante a las matemáticas.

Pero, ¿cómo lograrlo? Cada maestro tiene su propio método (su librillo), pero no deja de ser un desafío. En este proceso, el alumno puede seguir dos caminos: o bien se enamora de este nuevo lenguaje y se siente cómodo, o bien se pierde porque no entiende la necesidad de aprenderlo. Hay estudiantes en ambas situaciones. En las primeras etapas del aprendizaje, las reglas son más sencillas y es más fácil “no perderse”. Sin embargo, a medida que el nivel de dificultad aumenta (¡también el nivel de emoción!), el alumno que no ha entendido las bases se puede encontrar atrapado.

«A medida que el nivel de dificultad aumenta (¡también el nivel de emoción!), el alumno que no ha entendido las bases se puede encontrar atrapado»

A esto se suma otro problema: con el incremento de salidas profesionales para los matemáticos, hay menos docentes especializados impartiendo clases en colegios e institutos. Como resultado, es posible que algunos profesores no estén suficientemente motivados para enseñar matemáticas, lo que dificulta aún más que los estudiantes las aprecien.

Vaya… ¿Cómo motivar pues a los docentes y a los estudiantes?

Creo que acercar las matemáticas a la vida cotidiana ayuda enormemente a despertar el interés. Están en todas partes, aunque a veces no nos demos cuenta. ¿Por dónde empezar? Coge tu móvil… desbloquéalo con tu huella o un código. Eso es criptografía, basada en teoría de números. Luego, mira tus fotos: la compresión de datos, gracias a los wavelets (ondículas), permite almacenar una gran cantidad de imágenes y canciones en tu dispositivo. Un ejemplo de esto son los archivos JPEG.

Si buscas algo más heroico, pensemos en la pandemia: las matemáticas fueron clave para predecir cuándo podríamos salir a la calle y para modelar la expansión del virus, ayudando a frenar su propagación. También desempeñan un papel crucial en la detección del cáncer: las imágenes obtenidas en los escáneres utilizan métodos geométricos, ya que la tomografía se basa en la reconstrucción 3D a partir de imágenes 2D.

«Creo que acercar las matemáticas a la vida cotidiana ayuda enormemente a despertar el interés. Están en todas partes, aunque a veces no nos demos cuenta»

Ahora mismo vivimos un momento fascinante: las matemáticas están en todas partes. Estamos en la era de los datos, y su papel en la ciencia de datos es fundamental. Desde la medicina, donde mejoran diagnósticos, predicen enfermedades y optimizan tratamientos, hasta la inteligencia artificial y la tecnología que usamos a diario. Incorporar estos aspectos relevantes en la enseñanza podría hacer que las matemáticas resulten mucho más atractivas y cercanas para todos.

Y a los que les gusta, no obstante… ¿qué consejo darías a esos estudiantes que están considerando dedicarse a las matemáticas, y especialmente a las chicas?

Les diría lo mismo que proclamó Barack Obama en su campaña presidencial de 2008: Yes, we can! ¡Sí, podemos! Si la ciencia es tu sueño, atrévete a perseguirlo sin miedo y sin dudar. La ciencia necesita mentes curiosas, valientes y creativas como la tuya, y el futuro está ahí, esperando a ser explorado.

Las matemáticas han sido históricamente un campo a menudo dominado, al menos mediáticamente, por hombres. Ínclitas mujeres como Maryam Mirzakhani o Emmy Noether son aún desconocidas para el gran público, ¿qué desafíos te has encontrado tú y crees que tienen en especial las mujeres en matemáticas y en la investigación? ¿Cómo crees que se puede visibilizar a las matemáticas y a las científicas en general desde la educación?

Los motivos por los que ahora hay menos mujeres en matemáticas que hace unos años son diversos. Cuando yo estudiaba, la figura de la mujer matemática se asociaba mayoritariamente con la docencia en institutos. Socialmente, no generaba sorpresa ver a una mujer impartiendo clases. Sin embargo, las salidas profesionales en matemáticas se han diversificado enormemente, orientándose en gran parte hacia el ámbito tecnológico. En este contexto, sigue existiendo un estigma en torno a la visibilización de mujeres en carreras más tecnológicas, posiblemente debido a un intento de protección frente a un peligro que, en realidad, no existe. Esto ha contribuido a que, en la actualidad, haya menos mujeres estudiando matemáticas.

«Me he encontrado —y sigo encontrándome— en situaciones en las que siento la necesidad de justificarme más de lo que debería en ciertos aspectos. Y es que, en general, a las mujeres científicas se nos cuestiona más»

Por mi parte, los desafíos comenzaron en la etapa postdoctoral, cuando el acceso a oportunidades se vuelve más restrictivo, ya que el mundo de la investigación sigue estando muy masculinizado (en algunos países más que en otros) y, a veces, resulta difícil abrirse camino. A lo largo de mi carrera, me he encontrado —y sigo encontrándome— en situaciones en las que siento la necesidad de justificarme más de lo que debería en ciertos aspectos. Y es que, en general, a las mujeres científicas se nos cuestiona más.

Tenemos mucho trabajo por delante. Hemos avanzado significativamente, pero la pandemia supuso un retroceso en algunos aspectos. El teletrabajo, que en principio debería haber facilitado la conciliación para hombres y mujeres, perjudicó más a la productividad científica de las mujeres que a la de los hombres, como confirmó un estudio publicado en Science”.

Imagen de Eva Miranda en el nuevo diseño de calculadoras CASIO dentro de la campaña #científicasCASIO. / Foto: CASIO https://www.cientificascasio.com/

Respecto a la visibilización de las científicas en la sociedad, recientemente has sido una de las mujeres que CASIO ha incluido en una campaña de rediseño gráfico de sus calculadoras, ¿qué te parece la iniciativa? ¿Cómo te sientes al respecto?

Me encanta esta iniciativa para visibilizar a las mujeres matemáticas. En la colección también está Marie Curie, un icono científico indiscutible, pero la presencia de figuras actuales como Sara García Alonso aporta referentes reales y vivos, lo que da alas a las niñas para lanzarse a la ciencia.

Mira, he traído la calculadora. ¿A que es bonita? No tengo palabras para describir lo emocionada que estoy. De verdad, todavía me cuesta creerlo. Tengo que confesarte, con una lagrimilla en los ojos, que sigo en una nube desde aquel 5 de enero de 2024, cuando me llamó Eloy Bernal. “Eva, ¿quieres estar en la colección Cientificas Casio?”. Me quedé sin habla. ¿Yo? ¿De verdad? Fue uno de esos momentos en los que el mundo se para un instante.

Y luego llegó el proceso de creación de la imagen… pura magia. La ilustración de Lilly Brick, una artista increíble, no podía haber sido más especial. Imagina la escena: ella, en pleno trabajo, pintando un mural en el Acuario; yo, maravillada, viendo cómo el arte y la ciencia se entrelazaban. Nos vimos allí, entre peces y luces de colores, y a partir de las fotos que tomamos, con una destreza impresionante y un toque artístico sublime, dio vida a la imagen que ahora aparece en la calculadora.

Si me permites, el reconocimiento es algo muy bonito, ¡y muy necesario visibilizar a las mujeres en la ciencia y la tecnología!

Pero más allá de lo personal, esta iniciativa es grandiosa, con un impacto real y profundo en los jóvenes. Verás. Déjame contarte una historia que me ha tocado el alma: mi padre regaló una de estas calculadoras  con mi ilustración a una niña que estaba sufriendo bullying en el colegio. Un día, con determinación, la chica puso la calculadora sobre la mesa. Los compañeros de clase le preguntaron: “¿Y qué haces con esa calculadora?” Pero ella, sin titubear, respondió: “Es de una científica importante y la conozco”. A partir de ese momento, el bullying se detuvo. ¿No te parece emocionante? Esta anécdota muestra el poder transformador que puede tener algo tan cotidiano en la vida de una niña. Es como si la científica ilustrada en la calculadora cobrara vida, le tendiera la mano y, con una sonrisa cómplice, la invitara a adentrarse en el universo de la ciencia.

«Es increíble cómo las matemáticas y la pasión por la ciencia pueden llegar tan lejos, incluso a través de algo tan sencillo como una calculadora»

Es increíble cómo las matemáticas y la pasión por la ciencia pueden llegar tan lejos, incluso a través de algo tan sencillo como una calculadora. Saber que puede inspirar a alguien, darle confianza o despertar su curiosidad es algo que me emociona profundamente. Ojalá esta iniciativa ayude a que más niñas y jóvenes se vean reflejadas en la ciencia, se animen a hacer preguntas, a explorar, a soñar en grande… y, sobre todo, a creer que ellas también pueden estar ahí. Este mundo de la ciencia nos pertenece a todos. Que las niñas crezcan sabiendo que no hay límites, que pueden llegar tan lejos como quieran, que la ciencia es también su terreno. Iniciativas como esta son fundamentales porque hacen visible lo que siempre ha estado ahí: el talento y la creatividad de tantas niñas con vocación científica.

Muchas gracias, Eva, no sé si a partir de ahora “la de la calcu”, dirán los alumnos. Gracias por compartir tus experiencias y conocimientos con nosotros. Ha sido un placer hablar contigo.

¡Gracias a vosotros y un saludo a los lectores de Educational Evidence! Un placer.


Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons

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