Apología del libro de texto

Cómo escribir, elegir y utilizar un buen manual

Licencia Creative Commons

Eva Serra

Frente a tantos subterfugios posmodernos para eludir el conocimiento estructurado en los centros de enseñanza, el libro de Nuno Crato: Apología del libro de texto (Narcea, 2024),  llega como soplo de aire fresco. Desmonta falacias, aclara dudas y muestra evidencias que, a través de estudios de psicología cognitiva, citas, referencias, análisis y datos nos indican que el mejor proceso para aprender sigue siendo un currículo exigente acompañado de exámenes y un buen libro de texto.

El libro de texto ha sido siempre la herramienta elemental y necesaria de un currículum. “Es la plasmación de un plan de estudios en una exposición articulada, organizada y secuencial de temas”, -nos dirá Crato- al tiempo que nos explica que debe ser sencillo respecto a su escritura, preciso en su descripción y rico en sus ambiciones pedagógicas. El manual debe huir de pretensiones lingüísticas confusas o alambicadas cuando se trata de transmitir conocimientos. Si es necesario repetir “manzanas” cuatro veces para dejar claro un enunciado, será mejor que sustituirlo por “frutas”; la reiteración a la hora de transferir conceptos claros es bienvenida en un manual. Del mismo modo debe ser progresivo, bloque sobre bloque, conocimiento sobre conocimiento, partiendo de la base de que los aprendizajes previos son los que nos conducen a comprender y asimilar los nuevos.

Su ‘apología’ también se apea en otros territorios de extrema confusión educativa. Por ejemplo, sobre la interpretación sesgada, cuando no tergiversada, del concepto “aprendizaje significativo” acuñado por el psicólogo estadounidense David P. Ausubel y tan ensalzado por la pedagogía competencial dentro del marco constructivista como ‘innovación de último grito’. Crato nos explica que Ausubel, describiendo las polémicas pedagógicas de su tiempo, afirmaba ya en su libro escrito en 1963 The Psychology of Meaningful Verbal Learning, que en “estos debates de las tres últimas décadas se hacía hincapié en la enseñanza por proyectos, las experiencias manipulativas, el descubrimiento y la resolución de problemas”. Es decir, que todo esto proviene de la década de 1930, según el propio Ausubel, quien sostenía que al estudiar lo hacemos asimilando estructuras de pensamiento y conceptos que nos han sido transmitidos. Es obvio que no podemos, por nosotros mismos y por más empeño que pongamos en ello, autodescubrir la ley de la gravedad, y a duras penas llegar a la combustión frotando un par de piedras, pruébenlo.

El libro expone asimismo algunos principios cognitivos muy útiles para perfilar la idoneidad de un buen manual -redacción, uso y selección- y desmonta conceptos erróneos como, por ejemplo, el aprendizaje activo que en su versión constructivista transmite la idea de que escuchar al profesor es algo pasivo para el alumno. Nada más lejos para Crato: “Cuando de verdad aprenden, aunque solo sea escuchando la presentación de un profesor, los alumnos son procesadores activos, y no archivadores pasivos, de la información que se deposita en su memoria”.

Con magnífico prólogo de Francisco López Rupérez y dos deliciosos “intermezzo“, la obra de Nuno Crato nos acerca a la necesidad de recuperar el conocimiento ordenado y sistemático en nuestras escuelas. No en vano, su autor fue el artífice de los mejores resultados de los alumnos portugueses mientras ocupó de 2011 a 2015 el Ministerio de Educación y Ciencia de su país, Portugal y es un reputado referente internacional en materia educativa, recientemente nombrado miembro del Consejo Científico para la Educación Nacional del Estado francés.

___

→ Entrevista con el autor: Nuno Crato: “Los manuales son fundamentales para la buena formación”

Título: Apología del libro de texto. Cómo escribir, elegir y utilizar un buen manual.

Autor: Nuno Crato

ISBN: 9788427731967

Editorial: Narcea

Idioma: Español

Número de páginas: 143

Fecha de publicación: 2024

Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons