Restar Llevando

Parafraseando al Juan de Mairena de Antonio Machado, el libro está escrito para Agamenón y su porquero

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Víctor Guiu Aguilar

Tras una doble aproximación a temas de actualidad como la despoblación (“Lo rural ha muerto”) o la filosofía parda, en la obra “La Globalimbecilización”, donde aparecían de soslayo (o no tanto) temas relacionados con el ámbito educativo, los editores de la editorial Dobleuve, afincada en ese Teruel tan nombrado pero tan desconocido, decidieron que todas aquellas anécdotas sobre las clases en secundaria que les hacían llevarse las manos a la cabeza, pudieran tener cabida en una nueva publicación breve, de divulgación.

Con cierta somardería, lo que se traduciría al castellano como “socarronería pero con algo de mala leche”, emprendí el proyecto de dar a conocer, a través de un anecdotario recogido por decenas de amigos y compañeros, un libro de los que aspira a no gustar a nadie. Y digo no gustar porque, aunque escrito desde la ironía y el humor, son cuestiones que, en realidad, no hacen ninguna gracia.

Porque no hace ninguna gracia que se desmantele el conocimiento y el valor del saber en nuestros morros o que el acceso a la educación y a la cultura de las clases más desfavorecidas se haya convertido en algo secundario (o terciario).

La sociedad asiste a este drama sin pena ni gloria. Instalados en una posición ajena a la realidad, compramos productos que nos edulcoran por televisiones y medios de des-información de masas. Los expertos mandan; ¿nosotros obedecemos?

El rey sigue desnudo pero los terraplanistas educativos insisten en sus dogmas y pseudociencias. Tienen la sartén agarrada por el mango y a la clase política, muchos hicieron la ESO, agarrada de otros lugares menos pudorosos.

Mientras tanto, en un mundo donde youtubers e influencers de dudosa calidad moral dicen lo que deben opinar nuestros hijos, las preocupaciones fundamentales de las familias y de los responsables educativos es buscar siempre un culpable antes que una solución. Difícilmente hallaremos así un mínimo crédito por algo que debería ser fundamental en la discusión de la actualidad. Millones de parches ante una educación líquida que hace décadas que se nos escapa por los dedos.

A la hija de un amigo, que hace magisterio, le llamó demasiado la atención que gran parte de sus compañeras en la facultad de ¿ciencias? de la ¿educación? fueran incapaces de hacer una resta llevando. Ya saben ustedes la monserga de “lo importante es saber enseñar” -la nada, añadiría yo-. De ahí el nombre de un libro que, más que indagar en los porqués y en el estudio de metodologías y legislación (mejores doctores hay que tratan esa problemática), quiere ser un punto de partida para que nos enteremos de lo que pasa. Parafraseando al Juan de Mairena de Antonio Machado, el libro está escrito para Agamenón y su porquero. Para los padres, para los hijos y para los … Porque, ¿hacia qué modelo social estamos yendo si lo que debería ser la base del mismo hace aguas? ¿Hay marcha atrás? Tengo algunas respuestas que no me gustaría compartir, por eso me las guardo, pero tiene sentido tomar partido y dar un paso al frente, explicando a nuestro entorno más inmediato lo que vemos continuamente en nuestro trabajo.

Así pues, el anecdotario común nos sirve como terapia de grupo para docentes y, sobre todo, como conocimiento de primera mano de lo que hay detrás de ese aprobado o titulación de ese hijo que tienes en casa pero que difícilmente entiende un texto de más de dos líneas. Cuando todos tengamos papeles el papel no servirá de nada y quedará un poso filtrado de todo conocimiento.

Muchos ya fuimos paganos de aquellas primeras reformas indiscriminadas y absurdas que denigraron la base fundamental de las facultades de Filosofía y Letras, hiperespecializándonos para saber mucho menos que los profesores que nos daban clase. Así que cualquiera que tenga cierto sentido crítico sabe de lo que hablo.

La insistencia enfermiza en lo vocacional sobre la profesionalidad y el saber. Los expertos y gurús que campan a sus anchas adoctrinando a desertores de la educación. Las nuevas metodologías, más viejas que el hilo negro e inútiles pamplinas que llenan miles de libros de texto. El bilingüismo y las tablets como nuevo paradigma. El fraude de la EVAU y de la evaluación, con especial insistencia en esos mágicos días de los Reyes Magos en los que se han convertido las juntas de evaluación. La incompetencia y la frustración de tantos a los que nos pesa un trabajo que nadie valora. La dejadez manifiesta de muchos de nuestros compañeros. El equivocado razonamiento del falso progresismo convertido en producto de consumo.

Nuestro país no se merece esto. Ya que nos dificultan enseñar por encima de sus posibilidades, que nos dejen al menos decir gran parte de la verdad.

Título: Restar llevando (Mal-tratado breve sobre ¿Educación?)

Autor: Guiu Aguilar, Víctor; ;

Editorial: Dobleuve; Teruel, 2024.

Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons