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Eduard Iniesta, músico, compositor e intérprete

Eduard Iniesta: “El trabajo de un creador requiere mucha disciplina”

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David Rabadà

Conversar con ese inquieto compositor es toda una experiencia. Solo mirar cómo se expresa con ojos, manos y labios parece que Eduard Iniesta esté colgando y descolgando notas en un pentagrama, incluso dirigiendo a un grupo de músicos tocando. Pero lo cierto es que Eduard es pura ilusión llena de creatividad y ganas de cambio. Este talante lo estuvimos compartiendo durante muchos recreos en la escuela. Él nacido en Barcelona en 1968, yo en 1967, así que nos separaba un año de edad y por tanto no pudimos coincidir en la misma aula y grupo, y es que estábamos a niveles diferentes a pesar de compartir el espacio y el tiempo común de los recreos.

Fueron épocas en los Escolapios de la calle Diputación casi olvidados hasta que un encuentro de exalumnos nos hizo coincidir de nuevo durante noviembre de 2018. Desde entonces, el contacto se ha mantenido para redescubrir una y otra vez aquel chiquillo hecho compositor que me cuenta que siempre ha rehuido de la monotonía, incluso cuando tocaba para Dagoll Dagom llegó a sentirse vacío por dentro al verse repitiendo las mismas notas todos los días. En fin, que Eduard es ‘un culo de mal asiento’, un alma libre que necesita la creatividad para respirar y que se aburre incluso de su lenguaje. Por eso, y en cada nuevo disco, cambia de tendencia, incluso cambia el estilo de la portada. En la última, por ejemplo, debía ser Ibáñez, pero desgraciadamente el mayor del cómic falleció.

Eduard, explícame los detalles de tu último proyecto

La Comunitat es el trabajo en el que claramente dejo las guitarras en un segundo plano para poner la voz al servicio de las historias que cuento. Me he hecho cargo de las guitarras, bajo, piano, de la voz, de los sintetizadores y de los coros, a excepción hecha de la batería y de las percusiones interpretadas por Toni Pagès.

¿Cómo nació La Comunitat?

Nace de la necesidad de reflejar los tiempos que estamos viviendo ofreciendo una fotografía del mismo, pero al mismo tiempo propongo una sugerencia, un antídoto eficaz. Y es que los residentes de un bloque de viviendas de una ciudad cualquiera, son los protagonistas de La Comunitat. Canciones coescritas con mi hermano Xavier, que exploran y describen sentimientos a la vez que nos hablan de deseo, de tedio, de soledad, frustración, incomprensión, incomunicación y, sobre todo del amor como ancestral bálsamo y antídoto por estos “daños” del tiempo.

¿Cuánto tiempo has dedicado a construir esta “Comunidad”?

Ha sido un proceso de composición y grabación de un año, que empecé después de estrenar en el Mercat de les Flors y en los Teatros del Canal de Barcelona la música del galardonado espectáculo ODISSEA. Importante mencionar que por primera vez, he trabajado con un productor con el que he compartido la producción: Roger Rodés, ganador del Grammy Latino 2021 (Rosalía, Nathy Peluso, Shakira, Love of Lesbian…), con el objetivo de consolidar el sonido deseado. Por otra parte, decirte que la portada de La Comunitat debía de estar ilustrada por el mítico Francisco Ibánez, pero ‘traspasó’. Ahora finalmente ha sido magistralmente realizada por el cineasta Juan Millares, así como las imágenes interiores del libreto.

¿Qué relaciones positivas establecerías entre tus proyectos profesionales y la formación educativa que recibiste?

El trabajo de un creador requiere mucha disciplina, perseverancia y dedicación. Y estos dos elementos han sido sin duda los mejores legados de mi etapa educativa. Más tarde o más temprano, te mostrarán la cara más amable y satisfactoria del oficio y olerás el éxito. Y pensarás que vuelas, que te comes el mundo y que esto ya será para siempre.

¿El éxito mata al éxito, tal vez?

Sí, y quizás no será necesario que sea un éxito público. Basta con el personal. Quizás tengas suficiente con este éxito, pero alerta, el mismo oficio pondrá fin a ese estado sublime, y caerás con el peso grave de la gravedad en un estruendo de acuerdos histriónicos y disonantes.

¿Y qué hacer cuando ves que ya no vas afinado?

Pues cuando esto inevitablemente ocurra, habrás hecho bien en haberlo previsto y en haberte dotado de una capacidad con resiliencia efectiva que te permita seguir. Y te levantarás. Y volverás a caer. Y así es. Esto es lo más significativo que me dejó mi formación educativa. Porque estudiar un instrumento es hacer frente muy a menudo a tus limitaciones hasta que lo dejan de ser y cuando esto ocurre, te encuentras nuevas y así sucesivamente. Sin límite.

El actual sistema educativo recibe muchas críticas. Si hubieras sido formado en el de ahora, ¿habría esto hecho mejorar o empeorar tu actividad profesional?

No puedo evaluar con profundidad el sistema educativo actual que desconozco. Pero yo vengo de un momento en que aparte de las clases en la escuela correspondiente, procurabas emular las notas de los solos instrumentales de tus referentes, y encontrar un sonido determinado, a base de educar activamente el oído escuchando y reproduciendo atrás y adelante la cinta de un casete que albergaba tu solo favorito hasta que conseguías reproducirlo.

¿Repetición, esfuerzo y dedicación?

Cierto y trabajando sobre todo las pocas referencias auditivas de aquellos tiempos. Hoy en día, dispones de materiales ilimitados para mejorar. Vídeos Youtube, libros aebersold…y mucha tecnología digital elaborada que te facilita mucho el trabajo a la vez que te confina en una zona de confort peligrosa. Pero esto es otro tema.

¿Por qué?

Porque son herramientas muy atractivas que te hacen disfrutar del estudio, pero te reducen el esfuerzo y su creatividad. Por poner un ejemplo, los libros aebersold te permiten tener una base de músicos que te acompañan a la vez que tú practicas. Esto te permite poner el límite de agotamiento de estudio en un límite superior. La consecuencia es que pones muchas más horas. Por otra parte, tener un vídeo Youtube de alguien que te dice cómo tocar un fragmento u otro te permite reproducir la explicación tantas veces como quieras. Simplemente debes elegir el vídeo adecuado. Y esto sin mencionar la cantidad de música que tenemos disponible a través de las redes streaming que te permite conocer mucha música a la que, en mi época, accedías con mucha dificultad (discos de importación, el viaje de algún amigo que te traía algún disco, etc…).

Entonces todas estas herramientas, ¿ayudan realmente? ¿O pueden restar creatividad?

Todas estas herramientas son un gran complemento en las clases que recibes. Pero atención, serían como un complemento alimenticio que nunca debe sustituir al alimento, es decir, la formación académica. Si no, corres el peligro de asimilar técnicas imperfectas que dificultarán el aprendizaje. Pienso que deben utilizarse en su justa medida.

“La música es esencial en el ser humano. Todo el mundo debería tener una educación musical. Y esto no quiere decir que todo el mundo tenga que tocar un instrumento”

Viendo tu camino profesional, ¿cómo crees que debería mejorarse el actual sistema de enseñanza?

La música es esencial en el ser humano. Todo el mundo debería tener una educación musical. Y esto no quiere decir que todo el mundo tenga que tocar un instrumento. En una etapa temprana, la educación musical generalizada, debería cuidar de sensibilizar al alumno. Hacerle saborear las delicias de lo que supone escuchar música, prestarle atención, participar…

Saborear la música ya de pequeños…

Porque puede llegar el momento en que la música te atrape. Siempre hay algo que lo propicia y si no llega espontáneamente o con facilidad, deben ponerse todos los medios para facilitarlo.

¿Cómo se logra esto?

Pues haciéndoles escuchar mucha música, participando de los estímulos que te provoca, disfrutándola. De la misma forma que hay lecturas que forman parte del software, debería haber escuchas que también formaran parte. Escucha este disco o este otro. Ve a este concierto u otro. Y después, comentémoslo en clase. Quiero decir que en educación primaria no puedes pretender que los alumnos aprendan a tocar un instrumento tan dificultoso como la flauta o ni siquiera un ukelele si antes o paralelamente no ha habido este trabajo. A partir de ahí, que cada uno integre la música en su vida al nivel que elija, pero que esté ahí.

En otro orden de cosas, también les enseñaría que hay música funcional para disfrutarla de fiesta y en definitiva para oír, escuchar y diseminar. Es necesario que aprendan a disfrutar de ambas y a distinguirlas. También es muy importante que los medios audiovisuales públicos y privados participen de ese objetivo creando contenidos alineados con estos objetivos educativos. Sólo así conseguiremos tener una mayoría de público con cierto gusto musical.

Eduard Iniesta

Compositor, cantante e intérprete de una música singular y emotiva con sello propio y de una fuerte personalidad. Se reconoce como un músico salvaje, libre y siempre en constante movimiento, donde su música pasó por dos etapas bien diferenciadas.

Una primera con formación clásica y de “world music” durante sus primeros 25 años. Aquí Iniesta fue considerado un referente de la música mediterránea, aunque él mismo reconoce que ha sido una etapa presidida por la necesidad vital de resistirse al compromiso de un solo estilo musical, permaneciendo abierto a la exploración de todo el universo musical para seguir creciendo y existiendo.

Fruto de este período, destacar el premio Enderrock por su disco “Andròmines”, premio Enderrock por la producción y arreglos de “Marina Rossell canta Moustaki”, premio Barnasants por “Els Set Pecats” (“Los Siete Pecados”); composiciones para orquesta como “El Gos Solitari de Mozart” (“El Perro Solitario de Mozart”) con Joan Margarit o “La petita casa de mi mateix” (“La pequeña casa de mí mismo”) de Joan Vinyoli; pareja artística con Mercè Sampietro, con Lluís Soler; música para teatro como  “9 maletes” (“9 maletas”) de Joaquim Oristrell, “Mi alma en otra parte” con Centro Dramático Nacional, “Canigó” de Verdaguer o “La Odisea” de Homer; intervenciones en bandas sonoras para cine, televisión, publicidad, clásica y danza con compañías como Dagoll Dagom, Universal Teatro, La perla 29, Orquesta del Gran Teatro del Liceo y Orquesta Sinfónica de Barcelona entre otros. También compuso la música para el espectáculo de danza Odissea con el premio butaca al mejor espectáculo de danza 2023.

Y podemos añadir a todo lo anterior las aportaciones e intervenciones en 258 producciones discográficas; conciertos y giras con artistas de estilos tan diversos como Javier Camarena o María del Mar Bonet, o las direcciones musicales y arreglos para espectáculos exitosos como Big Bang Beethoven (9 años en cartel en el Palau de la Música todavía vigente) o Ma, me, mi…Mozart (16 años en el Auditorio de Bcn todavía vigente). En fin, aquí hay que poner un largo etcétera de trabajos que forman un entramado poliédrico en busca de una sonoridad que busca y busca fruto de la reunión de los principales estilos que ha desarrollado. Además ya le ha puesto nombre, a esta nueva sonoridad le llama “síntesis”.

En 2020, con el lanzamiento de su disco “Trajecte Animal” inicia una segunda etapa donde esta “síntesis” ya es un hecho. Una síntesis que resulta ser un pop de autor refinado, elegante y sensible en el que confluyen canciones de crónica urbana con pigmentos mediterráneos, y actitud y texturas plenamente rockeras. Este trabajo le permite adentrarse en este segundo período que comienza en 2022 con un concierto celebración de sus 25 años en el Palau de la Música de Barcelona. En el presente 2024 publica “La Comunitat” con muy buenas críticas y por ahora, considerado el mejor disco del mes por Jordi Bianciotto en la Revista Enderrock. Si lo escucháis, veréis que es un pop rock lírico donde la voz está muy presente con un mensaje: que la sociedad está incomunicada y el amor es el antídoto.

Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons