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Josep Oton, presidente de la Asociación de Catedráticos de Enseñanza Secundaria de Cataluña (ACESC), y delegado de Professors de Secundària (aspepc·sps)

Josep Otón: «Hace 15 años que en Cataluña no se convocan concursos de acceso a cátedras»

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David Rabadà

El Dr. Josep Otón es historiador, catedrático de enseñanza secundaria y presidente de la Asociación de Catedráticos de Enseñanza Secundaria de Cataluña (ACESC). Doctor en Ciencias de la Educación por la Universitat de Barcelona, ha centrado parte de su investigación en el pensamiento de Simone Weil, filósofa y profesora de instituto de secundaria, que aporta una dimensión humanista de la educación en una época, la suya, dominada por los totalitarismos.

Con una amplia experiencia docente, también ejerció como técnico en el Departament d’Ensenyament de la Generalitat de Catalunya. Otón es autor de más de una veintena de obras sobre humanidades, y por sus obras de ensayo ha recibido premios como el Serra i Moret, el Joan Profitós y el Joan Maragall. En 2020 fue uno de los impulsores de la creación de la Fundación Episteme, con el objetivo de defender el rigor académico, la calidad educativa y la eficaz transmisión de conocimientos en la enseñanza.

Como presidente de ACESC también se ha convertido en una voz crítica del actual sistema educativo español, en donde cabe añadir su insistente reclamación al Gobierno sobre la recuperación de las cátedras en secundaria. Sencillamente era obligatorio entrevistar para Educational Evidence a esta gran persona y personalidad.

¿Qué le motivó a liderar ACESC y cofundar la Fundación Episteme en defensa de la calidad académica?

Yo soy profesor y mi hábitat es el aula. La docencia es una profesión muy enriquecedora. Sin embargo, la legislación de las últimas décadas ha ido erosionando la calidad, y también la calidez, de la vida académica en secundaria. En la Asociación de Catedráticos, así como en el sindicato Profesores de Secundaria, he encontrado docentes como yo preocupados por los actuales problemas de la enseñanza y comprometidos activamente en su mejora.

La Fundación Episteme nace de la confluencia de estas dos entidades con el propósito de acceder no solo a los docentes, sino al resto de la sociedad, para que todo el mundo sea consciente del peligro de la crisis de la educación y de la necesidad de recuperar sus valores básicos.

«Se han impuesto unos currículums que no obedecen a la lógica de las disciplinas académicas, sino a supuestas teorías pedagógicas»

Ha hablado con contundencia sobre los efectos residuales de las leyes educativas españolas desde la LOGSE hasta la LOMLOE. ¿Cuál cree que es el problema central de todas ellas?

Para empezar, una gran desconfianza hacia los docentes. En una actitud antifuncionarial, como la que están viviendo algunos países, se ha puesto en duda la capacidad del profesorado para realizar su trabajo. Expertos en otras áreas, pero sin conocimiento directo de lo que sucede en el aula, se han convertido en los referentes en temas educativos. Un auténtico disparate.

Por otra parte, se han impuesto unos currículums que no obedecen a la lógica de las disciplinas académicas, sino a supuestas teorías pedagógicas que, al amparo de la etiqueta de “innovación”, están reintroduciendo prácticas en ningún modo novedosas.

¿Qué reformaría usted del actual currículo educativo?

Primero, le cambiaría de nombre: plan de estudios. Segundo, lo simplificaría, dotándolo de una estructura coherente basada en principios científicos y en el legado cultural compartido en nuestra sociedad. Y, por supuesto, le quitaría el peso de unas programaciones didácticas que parecen una elucubración mental en vez de ser una herramienta útil para organizar las clases.

¿En qué aspectos considera que la actual política educativa desprecia o desvaloriza la figura del catedrático de secundaria?

No es que simplemente los desprecie o desvalorice, simplemente procura su extinción. Hace 15 años que en Cataluña no se convocan concursos de acceso a cátedras. Eso significa que, en la práctica, si un docente superó las oposiciones hace 25 años, no ha tenido nunca la posibilidad de presentarse a un concurso de promoción de esta índole. Por otra parte, sí se ha convocado en Cataluña un programa intensivo para promocionar las matemáticas. Pues bien, la convocatoria va dirigida al cuerpo de profesores de secundaria, ignorando (¿deliberadamente?) al cuerpo de catedráticos que, según la ley, tiene preferencia para intervenir en los proyectos pedagógicos de mejora.

«Se encarga a las direcciones el liderazgo pedagógico que debería recaer sobre los profesionales expertos en su materia, los catedráticos»

¿Por qué cree que el cuerpo de catedráticos en secundaria lleva años sin convocatorias de plazas en Cataluña?

Por un tema, y tal como vemos que está sucediendo ahora en algunos países, de desregulación. Se encarga a las direcciones el liderazgo pedagógico que debería recaer sobre los profesionales expertos en su materia, los catedráticos. Se tiende a convertir los centros públicos en centros gestionados de manera privada con fondos públicos. Esto resulta evidente con el decreto de plantillas catalán.

¿Qué consecuencias tiene para la escuela pública que no se renueve ni se convoquen cátedras?

Los catedráticos tendrían que ser los jefes de departamento, organizar la formación permanente, liderar los proyectos pedagógicos, acompañar a los profesores nuevos y participar en la selección de nuevos docentes presidiendo los tribunales de oposiciones. Sin catedráticos, todas estas funciones caen en manos de las direcciones o de la inspección. En fin, que sin catedráticos se hace más difícil la defensa del principio de especialidad o coordinar los currículums de las diferentes materias.

¿Qué mensaje pretende enviar a la Generalitat al exigir cátedras para secundaria?

Los estudios indican que proponer una carrera profesional a los docentes y disponer de profesores especialistas son dos factores clave de la calidad de la enseñanza. Ignorar estos principios e ir dando bandazos con experimentos pedagógicos nos está llevando al desastre. Y las diferentes pruebas internacionales (PISA…) o propias (Competencias básicas) lo demuestran de una manera irrefutable.

«Proponer una carrera profesional a los docentes y disponer de profesores especialistas son dos factores clave de la calidad de la enseñanza»

¿Cómo contribuiría la creación de nuevas cátedras a mejorar el sistema educativo catalán?

Incentivaría al profesorado a ponerse al día al ver que su trabajo tiene una recompensa. Por otra parte, se recuperaría la solidez epistemológica de las materias, abandonando unos currículums líquidos e inconsistentes.

¿Qué evidencia empírica o datos concretos aporta ACESC para justificar esta reivindicación?

Hay quien cobra el doble o el triple que un docente y viaja a Finlandia o a California para ver modelos de éxito educativo. Imparten conferencias y publican en revistas de impacto. Yo no, me dedico al trabajo en el aula. Y este trabajo me proporciona muchas evidencias. Aun así, recomiendo el artículo de María Rodríguez Moneo y Juan José Aparicio, “La calidad de la enseñanza, la calidad del profesor y la formación del profesorado”, publicado em Tarbiya, Revista de Investigación e Innovación Educativa, nº 51, UAM, desembre 2024.

¿Cómo espera que las cátedras impulsen actividades de innovación y formación docente en los institutos?

Siguiendo el ejemplo de los Institutos escuela promovidos desde la Institución Libre de Enseñanza. En aquellos tiempos la innovación y la formación de los nuevos docentes iba a cargo de catedráticos expertos en su disciplina. Eran centros de “ensayo pedagógico”. ¿Verdad que solo un buen músico puede improvisar? En innovación educativa sucede lo mismo. Solo docentes preparados y con dominio de su asignatura pueden embarcarse en experiencias didácticas nuevas sin peligro de reventar el sistema.

«¿Verdad que solo un buen músico puede improvisar? En innovación educativa sucede lo mismo»

¿Cree que su última comparecencia ante el Parlament de Catalunya logrará que este Gobierno convoque finalmente plazas de catedrático para los profesores de secundaria?

La verdad es que soy optimista. La opinión pública se está dando cuenta del desastre y los políticos han tomado nota. Ahora es un tema de presupuestos, de pactos… pero creo que cada vez todo el mundo tiene más claro que a la escuela se va a estudiar. Y pare ello hacen falta docentes muy preparados que transmitan conocimientos y pasión por el saber.

¿En qué medida sus reflexiones sobre pedagogía y humanidades, inspiradas en Simone Weil, influyen en su visión crítica del sistema educativo?

Simone Weil tenía muy claro que la opresión social nacía de la división entre los que trabajan con las palabras y los que trabajan con las manos. Por eso defendía que todo el mundo debía tener acceso al conocimiento, sin importar qué tipo de trabajo realizara.

«Se trata de no renunciar a lo que sabemos que funciona y que, de golpe, de manera histriónica, alguien ha decidido eliminar»

Si tuviera carta blanca para una reforma educativa nacional, ¿qué medidas serían prioritarias? (estructura curricular, alumnocentrismo, formación docente, instrucción directa, libros de texto, pedagogía, criterios de evaluación…)

Sí o sí presentaría un currículum (o plan de estudios) bien estructurado y organizado coherentemente. Haría que el profesorado fuera buen conocedor del currículum que debe impartir. Y no prescindiría del libro de texto que deviene una herramienta esencial y muy útil para el profesor y para el alumno que quieren repasar la materia o simplemente estudiarla. Se trata de no renunciar a lo que sabemos que funciona y que, de golpe, de manera histriónica, alguien ha decidido eliminar. Ahora todo el mundo se está percatando de los efectos de estos cambios realizados de manera irresponsable.

Fuente: educational EVIDENCE

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