• Opinión
  • 28 de octubre de 2024
  • Sin Comentarios
  • 13 minutos de lectura

Preguntas retóricas

Preguntas retóricas

Preguntas retóricas

Foto: Alexa. / Pixabay

Licencia Creative Commons

 

Paco Benítez

 

El diccionario de la RAE nos presenta su acepción para “pregunta retórica”: pregunta que se hace no para manifestar duda o pedir respuesta, sino para expresar indirectamente una afirmación o dar más vigor y eficacia a lo que se dice.” Pues bien, aquí lanzo unas cuantas preguntas que para cualquier docente que lleve ya unos años en el tajo entrarían perfectamente en la categorización de retóricas:

  • ¿Recibiría antes la visita del inspector un profesor profesional y exigente con el que la mitad del alumnado suspende la materia que un profesor poco profesional con el que todos los alumnos aprueban? ¿no persiguen todas las reformas educativas esconder los desastrosos niveles de comprensión lectora y expresión escrita (por no mencionar otras habilidades y competencias) mediante una rebaja del nivel? Es más, la famosa norma de que “la repetición tiene que ser extraordinaria” de la ministra Celaá, ¿no tiene como objetivo tapar las miserias del sistema educativo y maquillar la vergonzante tasa de abandono escolar en lugar de proteger el bienestar del alumnado?

 

  • ¿Pueden los alumnos entender los conceptos (perdón, saberes básicos y competencias) del curso siguiente sin haber adquirido los previos del curso anterior? Es más, estos alumnos que pasan de curso de esta manera, ¿no se sienten excluidos dentro de su aula y totalmente fuera del sistema al año siguiente al no ser capaces de seguir la clase, dañando su autoestima durante 6 horas diarias durante todo un curso escolar? Y para los iluminados que aducen a la atención a la diversidad para solucionar este problema, ¿no es disparatado proponer que un profesor pueda dar 5 niveles diferentes en una misma aula sin tener la capacidad de la autoclonación?

 

  • ¿No es utópico desarrollar el pensamiento crítico del alumnado (como abandera la llamada “nueva pedagogía” y su consecuencia legal, la LOMLOE) cuando las evidencias de pruebas objetivas dilucidan a estudiantes con enormes dificultades para entender un texto y para expresarse por escrito? Es más, ¿no es contradictorio querer desarrollar el pensamiento crítico reduciendo el nivel de conocimientos del alumnado?

 

  • Si las evidencias sostienen que la comprensión lectora mejora cuando el alumno conoce el tema del que trata el texto, ¿no es contraproducente diluir y minusvalorar los conocimientos, como hace la LOMLOE, en pos de las denominadas competencias? ¿un mayor conocimiento no genera un mayor interés y una mayor motivación por la materia objeto de estudio? Es más, ¿se puede ser competente en alguna materia sin dominar y tener un conocimiento profundo de la misma?

 

  • ¿Las notas de corte de la EBAU han padecido hiperinflación debido a que se ha rebajado el nivel al no haber modificado las facilidades dadas en junio de 2020? Es más, ¿no ha llegado ya a su límite la excusa de la pandemia para justificar los pobres resultados que en los exámenes estandarizados tenemos en España (y especialmente en Cataluña)? ¿no debería estar la introducción de las llamadas metodologías “innovadoras” sometida al examen del impacto que tiene en los resultados del alumnado?

 

  • ¿Existe la posibilidad de que si el alumnado sabe que puede titular con 2-3 materias suspendidas (por no decir con cinco, que es lo máximo a lo que he asistido en una junta de evaluación) se esfuerce menos a lo largo del año y su aprendizaje se vea seriamente resentido? Ante esta realidad, ¿no es sonrojante escuchar a algunos docentes (yo en su día entre ellos) criticar a la privada y concertada por “hinchar” las notas de los alumnos? Ojo, lo que no quiere decir que (también) pase en dichos centros.

 

  • ¿No es contradictorio denostar la clase magistral haciendo una caricatura y simplificación reduccionista de lo que es ésta mediante una charla sobre la maravillosa e inigualable Nova Escola 21 a un claustro de profesores en la que una compañera acabó durmiendo (y no la culpo)? Por cierto, una Nova Escola 21 que no mejora los resultados de los estudiantes, pero que sí empeora las condiciones laborales de los docentes.

 

  • ¿No es la memorización y la memoria una facultad que potencia el pensamiento crítico, la creatividad y el análisis complejo para buscar y contrastar información, así como la resolución de problemas? ¿no es por tanto la insistencia de la llamada “nueva pedagogía” con acabar con el aprendizaje por memorización una mera moda antipedagógica?

 

  • Si cada vez hay más estudios que evidencian las consecuencias negativas para el aprendizaje que tienen metodologías llamadas “innovadoras” como el aprendizaje individualizado (véase Ley Jospin en Francia), ¿va nuestra administración educativa a contracorriente de la realidad? ¿son nuestros alumnos unas víctimas de la moda ideológica del momento, viéndose dañada de manera irreparable su formación?

 

  • ¿No es hipócrita criticar que el profesor ponga deberes a tus hijos aduciendo que les agobias cuando luego hacen dos o tres extraescolares a la semana? Es más, y teniendo en cuenta que el promedio de uso del móvil en los adolescentes en España es de 4 horas y 15 minutos diarios, ¿no deberían verse los deberes como algo positivo y que, a parte del valor de aprendizaje y de trabajar la responsabilidad individual que llevan consigo, ayudan al menos a que nuestros jóvenes se separen de la tecnología durante un tiempo por las tardes?

 

  • ¿Una crianza y un sistema educativo que enaltece e hiper protege a los niños y en el que su potestad se equipara a la de sus progenitores o sus profesores, no genera jóvenes poco autónomos, con la sensación de que tienen derecho a cualquier cosa sin esfuerzo y sin capacidad para tolerar la frustración?

 

  • El hecho de que 1 de cada 4 profesores, según el Defensor del Profesor, tenga problemas para dar clase, se le falte el respeto por parte del alumnado y reciba falsas acusaciones por parte de los padres, ¿no es una consecuencia de que los profesores perdamos autoridad reforma educativa tras reforma educativa? Si no paramos la violencia en el aula, ¿no será imposible ofrecer una formación de calidad a nuestros alumnos? Si hay casos de bullying, ¿no acaban en la mayoría de los casos sin resolverse y atajarse debidamente por direcciones de centros y por la administración educativa, cuando no con la víctima cambiando de centro docente?

 

  • ¿Es posible que el constante crecimiento de la escuela privada y concertada se deba a que las familias preocupadas por la educación de sus hijos busquen espacios libres de violencia y con disciplina, así como escapar a la tendencia a igualar en la mediocridad propia de la escuela pública? ¿no es inútil, de cara a convencer a las familias, abogar por la eliminación de los conciertos sin ofrecer una educación de calidad en los centros públicos?

 

  • Ante todo este panorama, y con la moral del profesorado cada vez más por los suelos ¿no es heroica la labor docente que consigue sacar adelante a sus estudiantes y la de los mismos estudiantes que progresan y alcanzan el éxito académico presente y profesional futuro?

 

Y acabo con una pregunta no retórica y muy seria: ¿qué futuro le depara a nuestro país si las cosas siguen así durante una generación más (aproximadamente 25 años)?


Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *