La fijación de la creencia, de Charles Sanders Peirce

La fijación de la creencia, de Charles Sanders Peirce

Pequeños libros de filosofía olvidados, 4

La fijación de la creencia, de Charles Sanders Peirce

Peirce está considerado el fundador de la escuela pragmática. / KRK

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Andreu Navarra

 

Charles Sanders Peirce (1839-1914) fue un tipo original, uno de esos pioneros que buscaban soledad y autonomía hasta el punto de acabar huyendo al final de sus vidas de toda academia reglada, como después de él el gran George Santayana. Hijo de un profesor de matemáticas de la Universidad de Harvard, Charles Peirce está considerado no sólo el fundador de la escuela pragmática sino también una fuente de inspiración confesa para sus dos autores más importantes, William James y John Dewey. Se estima que incluso Ludwig Wittgenstein leía con interés sus artículos y se inspiraba en ellos de vez en cuando. Hacia 1860, Peirce empezó a publicar ensayos y conferencias sobre Lógica, y en los 70 formó parte del importante “Club Metafísico” que surgió en Harvard y Peirce mismo trasladó a la Universidad Johns Hopkins en 1879.

Sus ciclos de artículos La fijación de la creencia (1877) y Cómo aclarar nuestras ideas (1878) son de esta época, y en ellos leemos frases como “El objeto del razonamiento es descubrir, a partir de la consideración de lo que ya sabemos, algo más que no sepamos”; o “Es verdad que en general razonamos correctamente por naturaleza. Pero eso es un accidente; la conclusión verdadera seguiría siendo verdadera si no tuviéramos el impulso de aceptarla; y la falsa seguiría siendo falsa, aunque no pudiéramos resistir la tendencia a creerla” (pág. 32). Con una claridad encomiable y aparente sencillez, Peirce dialoga con Aristóteles, Spinoza y Bacon, aportando sentencias muy meditadas de una gran densidad conceptual: “Sin duda, somos animales lógicos en lo principal, pero no lo somos perfectamente” (pág. 33). Alientan en estas páginas los clásicos griegos, pero extraordinariamente depurados.

Sus conclusiones entroncan directamente con los ideales ilustrados: “La fuerza del hábito provocará que a veces una persona sostenga viejas creencias después de que esté en condiciones de ver que no tienen bases sanas. Sin embargo la reflexión acerca del estado del caso superará esos hábitos, y tal persona deberá permitir que la reflexión tenga su peso cabal. Muchas personas no tienen a veces valor para hacer esto, pues tienen la idea de que las creencias son algo saludable respecto de las que no pueden evitar sentir que no dependen de nada” (pág. 62). En The Concept of God, Peirce comentaba ampliamente la crítica a la religión emprendida por Hume.  Los temas que aborda son de enorme actualidad, cuando sociedades cansadas de debatir se entregan al dogma fácil y así fingen que la estructura social circundante es suficientemente funcional.

O al revés: se refugian en la idea de que todo está perdido y de que ya no vale la pena que nos pongamos a pensar sobre nada más. La fijación de la creencia, he aquí un verdadero libro pequeño y olvidado entre nosotros de filosofía fundamental, aunque Jaime Nubiola y Fernando Zalamea le dedicaran un libro en 2006 (El camino del pensamiento de Charles Peirce, EUNSA), y fuera reeditado milagrosamente por KRK en 2007, traducido por Lorena Villamil y prologado por Cristopher Hookway, un experto, como Nubiola, en pragmatismo norteamericano.

La fijación de la creencia es un ensayo sobre la resistencia al cambio, la pervivencia de las teocracias y sobre cómo el temor a la lectura y al pensamiento libre pervierte las sociedades libres para convertirlas en tribus fanáticas. Recuperar hoy a Peirce es un recuerdo de cómo podemos volver a fortalecer no sólo la razón democrática libera, sino también la confianza en el método científico.

Yo llegué a este autor indirectamente a través de unas glosas de Eugenio d’Ors, y luego me hice con un volumen recopilatorio que es oro puro en una gran librería neoyorquina. Este libro que adquirí por dieciséis módicos dólares (Philosophical writings of Peirce, editado por Justus Buchler para Dover Publications, 2022) contiene los otros textos fundamentales de este autor, cuyo retrato ocupa la portada, y que era hasta guapo: The Architecture of Theories, The Nature of Mathematics, Essentials of Pragmatism, The Concept of God, How to Make our Ideas Clear, Validity in Reasoning y Philosophy on the Sciences, entre otros. Mill, Darwin y Kant, también Leibniz y Berkeley son autores profusamente comentados en las páginas de estos libros empeñados en desterrar errores, nieblas, malentendidos, dualidades y concepciones falsarias.


Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons

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