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- 27 de noviembre de 2024
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Joan Cuscó: “El intelectualismo es aristocracia” (para Serra Húnter)
Entrevista a Joan Cuscó i Clarasó, filósofo y profesor hiperactivo
Joan Cuscó: “El intelectualismo es aristocracia” (para Serra Húnter)
“Jaume Serra Húnter es el filósofo que da el paso del siglo XIX al siglo XX. El filósofo que rehabilita a la universidad como lugar de producción filosófica alejándose de la mortecina y repetitiva escolástica. Lo que da cuenta del potencial del catalanismo como motor de renovación, de transformación y de modernización”. Este fragmento proviene de la página 84 del libro Jaume Serra Húnter. Filosofia, consciencia i llibertat (Enoanda), que acaba de publicar Joan Cuscó i Clarasó, profesor de Filosofía de la Universidad de Barcelona. Joan Cuscó no para, no da tregua. Repasamos con él su trayectoria.
1923. Se crea la Sociedad Catalana de Filosofía. Jaume Serra Húnter está ahí desde el principio. ¿Qué aportó, cómo evolucionó?
La Sociedad Catalana de Filosofía es fruto de un proceso que comienza a principios de siglo con la voluntad de crear un espacio adecuado para el desarrollo de la filosofía en la cultura catalana. Podemos mencionar el Primer Congreso Universitario Catalán (1903) y los Estudios Universitarios Catalanes (1903), en los que Serra Húnter ya estaba, la Academia Catalana de la Llengua (1902), la Academia de Filosofía y Controversia Escolástica (1904), la Academia Catalana de Estudios Filosóficos (1906) y la Fundación Catalana de Filosofía (1907), entre otros. Y, de manera especial, la creación del Institut d’Estudis Catalans (1907) y del Seminario de Filosofía (1914), en el que trabajaban Eugeni d’Ors, Josep Mª Capdevila y Joan Crexells. En 1923 todos estos movimientos y todas estas inquietudes se plasman en el nacimiento de una sociedad filosófica muy diversa y al amparo del Institut d’Estudis Catalans y de Ramon Turró. Una entidad que hace su primer anuario, que se plantea un vocabulario en catalán, que empieza a tener contactos internacionales… Pero todo acaba cuando llega la dictadura de Primo de Rivera.
Escuela Social de la Generalitat, Escuela Normal, Ateneo Enciclopédico Popular, Ateneo Polytechnicum, Universidad Autónoma… ¿Hay alguna institución donde Serra Húnter no ejerciera la docencia?
La Universidad de Barcelona experimenta un cambio fundamental, en el ámbito filosófico, cuando se crea la Sección de filosofía y cuando, entre 1912 y 1914, llegan Tomàs Carreres i Artau, Cosme Parpal y Jaume Serra Húnter. Su labor será fructífera a partir de la década de 1920 (con personalidades como las de Joan Crexells y Joaquim Xirau) y, sobre todo, en el período de la Universidad Autónoma de Barcelona / Universitat de Catalunya, hasta 1938. Ahora bien, esto no se podría entender sin todo lo que hemos mencionado en la pregunta anterior. Además, tanto Serra Húnter como otros profesores de universitarios (Tomàs Carreres Artau, Joaquim Xirau….) realizan una labor de conferencias, cursos y seminarios en ateneos e instituciones de todo el país. Y Serra Húnter, en esto, es líder. Trabaja duro. También para hacer llegar la filosofía a las clases trabajadoras y populares.
“La relación entre el mundo académico y el mundo cultural ha cambiado mucho y ambos viven muy incomunicados”
“Nuestra personalidad será totalmente reconocida y nada podrá en contra de ella cuando tengamos una ciencia y una educación nostrada” (p.14); lo decía Serra Hunter en 1931. ¿Cómo lo ves hoy?
Serra Húnter lo escribe en un momento de plena transformación y de euforia política y académica. Venían de unos años de dictadura pero también de un período en el que, sobre todo entre 1906 y 1918, se había avanzado mucho en la publicación de obras, en el ámbito institucional y científico… Yo, hoy, no lo veo con tanta euforia, todo ha cambiado mucho. Recientemente, la UCE (Universitata Catalana d’Estiu) me encargó una ponencia para hacer un repaso de lo que se ha hecho en filosofía en los últimos 20 años. Cierto que no vivimos en un desierto y que ha crecido el número de editoriales, de proyectos, festivales y cafés filosóficos (al estilo de lo que se hace en otros lugares), que la Facultad de Filosofía de la UB tiene un muy buen posicionamiento en el mundo, pero estamos en otro momento. Y para hacer lo que Serra Húnter querría es necesario investigar mucho y tener unos fundamentos firmes que carecen, sobre todo en el conocimiento de cuáles han sido las aportaciones más importantes desde nuestro país, como las de Eduard Nicol. Sin embargo, es cierto que han aumentado el número de tesis doctoral, dentro y fuera del país, sobre pensadores catalanes de diferentes épocas. Ahora bien, y volviendo a lo que decíamos antes, también la relación entre el mundo académico y el mundo cultural ha cambiado mucho y ambos viven muy incomunicados, lo que es nefasto para los objetivos planteados por Serra Húnter.
Filosóficamente hablando, ¿qué fue trasvasado de la Mancomunidad a la República?
La Facultad de Letras, Filosofía y Pedagogía y pudo dar un salto cualitativo tan importante y en tan poco tiempo porque había mucho trabajo previo realizado. El Segundo Congreso Universitario Catalán (1918), por ejemplo, ya había establecido cómo debía ser una facultad moderna, abierta al mundo, abierta a la cultura catalana y la sociedad. El poso creado a partir de 1903, y del que Serra Húnter es muy corresponsable desde el primer momento, permitió la universidad republicana. Y el empuje de la Mancomunidad a las ciencias y a la filosofía fue decisiva. Después todo cambió, el Tercer Congreso Universitario Catalán, previsto para 1937, no pudo realizarse hasta muchas décadas después, por ejemplo. El proceso quedó detenido con el franquismo y la mayoría de profesores fueron exiliados.
“La obra de Ramon Martí i d’Eixalà y de Llorens i Barba en y para la filosofía del país fue capital y tuvo una cierta influencia”
En 1999 dedicaste una monografía al pensador pionero Francesc Xavier Llorens i Barba, que aparece mucho en tu nuevo libro. Concretamente, comentas que la continuidad de la que no pudo disfrutar Llorens sí la pudo obtener Serra. Pero, ¿quién fue realmente Llorens i Barba? ¿Por qué fue importante para Serra y para nosotros?
La obra de Ramon Martí i d’Eixalà y de Llorens i Barba en y para la filosofía del país fue capital y tuvo una cierta influencia. Transformó, eso sí, el mundo académico. Sin embargo, con su muerte, en 1872, el mundo académico volvió a la escolástica.
Cuando Carreras i Artau y Serra Húnter buscan un momento y unos autores en los que poder encontrar unos antecedentes en su proyecto van a Llorens i Barba, pero cogen más la inquietud, el talante y una cierta visión que unas doctrinas. Llorens i Barba dijo que era necesario reconstruir el pensamiento filosófico para crear una cultura firme y que en esta empresa la universidad debía ser el bastión. Que era necesario abrirnos a todas las tendencias para encontrar el camino. En el mismo momento, desde Madrid se dijo que la renovación debía ser introducir a Krause y desde Valencia que era mejor seguir en la escolástica. Esta idea perdura en Sierra Húnter. Y a lo largo del siglo XX ha marcado el talante de la filosofía universitaria catalana en sus momentos álgidos, que no han sido muchos.
Maria Carratalà (1899-1984), filósofa y musicóloga, como tú mismo. La recuperaste en dos libros tus recientes: Entre Orfeu i Plató (Enoanda, 2022) y L’Any segon de la guerra (Galerada, 2022). ¿Quién era? ¿Por qué la olvidamos y por qué debemos recordarla?
Maria Carratalà ha sido durante años una mujer olvidada. La guerra y el franquismo supusieron una ruptura de lo que todavía no nos hemos sobrepuesto y ella fue una víctima. De hecho, en 1984 fue enterrada en la fosa común.
Recientemente hemos recuperado sus artículos escritos durante el año 1938 y en el prólogo a este libro explicamos su importante labor como miembro del Lyceum Club, como dramaturga, como pianista, como conferenciante y como articulista. Era una mujer con empuje y buena formación filosófica y musical. Representa muy bien lo que fue la cultura catalana del primer tercio del siglo XX y el importante rol que en ella jugaron las mujeres. Sus reflexiones son todavía muy valiosas y por eso es necesario leerla. Se las podrá encontrar en: L’any segon de la guerra. Recull d’articles publicats a Meridià, setmanari del Front Intel·lectual Antifeixista (Galerada, 2022).
“Maria Carratalà ha sido durante años una mujer olvidada. La guerra y el franquismo supusieron una ruptura de lo que todavía no nos hemos sobrepuesto y ella fue una víctima”
En Entre Orfeu i Plató recupero, sobre todo, su vertiente como pensadora y crítica de la música, que era la faceta que había quedado más escondida. En el otro libro que os he recomendado se encuentra su vertiente más política, filosófica y de teórica del arte.
Joaquim Xirau es otro personaje habitual en tu libro. ¿Quién era realmente?
Joaquim Xirau es uno de los “hijos” de la labor iniciada por Serra Húnter. Del trabajo riguroso realizado desde la universidad, como él mismo reconoció, aunque posteriormente se pelearon, sobre todo por cuestiones políticas. Él y Serra Húnter son quienes capitanean la facultad durante la II República. Fue renovador en el ámbito de la pedagogía y decisivo en la introducción de Husserl en la cultura catalana e hispanoamericana.
¿Qué es el intelectualismo según Serra Húnter? ¿Por qué es antiorsiano?
El intelectualismo es aristocracia. Es Eugeni d’Ors. Una cultura que no vislumbra transformar la sociedad desde abajo. Una filosofía elitista. Esto dice Serra Húnter. Una visión erudita del saber. Alejada de la realidad y de sus problemas y vista como un esnobismo o como un prestigio académico. Como simple carrera académica o profesional. Pedantería, podríamos decir.
Es antiorisano por todo esto y por el propio carácter de Xènius. También porque considera que la filosofía se hace desde la universidad y con rigor, aunque se quiera hacer divulgación, lo que él reprocha de Ors que, de hecho, no publicó su primer libro de filosofía, propiamente dicho, hasta en 1947.
¿Te parece que la filosofía es, como decía Serra Húnter (pág.45) “(1) curiosidad, (2) modo de saber y (3) actitud moral”?
Sí, es una actitud que implica una forma de actuar y de trabajar. Una mirada que siempre se quiere inquieta porque no quiere ser dogmática. Una actitud moral porque el saber debe tener un estrecho vínculo con la acción y con la vida. Ahora bien, si comienza en la curiosidad o comienza en el conflicto, sería discutible.
¿Por qué Serra Húnter se olvidó de Dalí y de Salvat-Papasseit? ¿Por qué no se renovó, filosóficamente, en los años treinta?
Serra Húnter ha consolidado su visión de la filosofía entre los años 1923 y 1926. Cierto que en el exilio despliega algunos temas nuevos, pero muere muy pronto. No creo que no se vaya a “renovar”. Estaba al tanto de todo. Sin embargo, es cierto que cuando habla de temas de arte Dalí y Salvat-Papasseit no aparecen. En el caso de Dalí podríamos pensar que puede ser por circunstancias ya que Dalí se presenta en Barcelona en la segunda mitad de los años 20 del siglo XX y toma relieve a lo largo de la década de 1930, que es cuando Serra tiene ocupaciones tanto en la organización de la universidad como, después, en la política. En relación a Salvat-Papasseit, podemos captar que el poeta está más cercano a otros autores como Diego Ruiz, política y filosóficamente alejados de Serra Húnter. De todas formas, todavía queda trabajo para acabar de conocer todo lo que hizo Serra Húnter en el último período de su vida.
“Todavía queda trabajo para acabar de conocer todo lo que hizo Serra Húnter en el último período de su vida”
El sentido trascendental que Serra Húnter otorgaba a la docencia universitaria y a la ciencia expresada en catalán, ¿crees que sigue vigente? ¿Hacen los deberes nuestras instituciones?
Pienso que sigue vigente, pero nuestras instituciones no hacen los deberes. Las culturas necesitan tener pensamiento y ciencia en su idioma. Gana el idioma y gana la sociedad. El catalán no puede ser una lengua familiar, también debe ser lengua de cultura. Y puede serlo. Ahora hay pasos, por ejemplo, para volver a realizar filosofía analítica en catalán… Ahora bien, si las revistas científicas en catalán no tienen el reconocimiento necesario, entre otros motivos porque el gobierno del país no las apoya en este sentido, no vamos bien. Tiene que haber complicidades entre universidades, instituciones políticas y científicas (como el IEC), editoriales… Debe ser un proyecto común.
Cuéntanos a qué te dedicas como músico.
Bien, durante años me he ganado la vida. Ahora hago música como diversión, con todo sigo trabajando en investigar antiguos instrumentos para volver a llevarlos a la calle. También he escrito obras, ahora se darán a conocer dos para dúo de clarinetes, he investigado y enseñado nuestra música tradicional y popular… Mis instrumentos son la gralla y el clarinete. Estudié musicología y esto, actualmente, forma parte de mi actividad docente en la universidad, aunque durante décadas me ha servido para ir construyendo el Archivo Musical de Vinseum, en el que se conserva música desde el siglo XV hasta el siglo XXI.
¿Qué estás escribiendo? ¿Descansarás algún día?
Bien, ahora hay algunos proyectos en el cajón. Nunca me gusta hablar de lo que estoy haciendo porque en este país las cosas van muy lentas y a veces quedan paradas. Pero tengo cuatro libros entre manos, algunos de ellos ya en la fase final. En cualquier caso, y porque ya estamos haciendo las últimas correcciones, puedo hablar de mi participación en el libro sobre música y tecnología Música Politécnica de la UPC.
A mí lo que hago, de hecho lo que siempre he hecho profesionalmente, me llena y es vocacional. Mi trabajo no me cansa y no necesito descansar en el sentido habitual del término. Es decir, de quien espera que ya sea el viernes o de quien se queja porque es ya el lunes. He tenido esa suerte de ganarme la vida haciendo cosas que me gustan y que me llenan. Dicho esto, descanso, ¡sí! Pero duermo poco.
Fuente: educational EVIDENCE
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