Alberto Sabio: “Hasta que [Maurín] cumplió 50 años estuvo un tercio de su vida en la cárcel”

Alberto Sabio: “Hasta que [Maurín] cumplió 50 años estuvo un tercio de su vida en la cárcel”

Entrevista a Alberto Sabio Alcutén, historiador

Alberto Sabio: “Hasta que [Maurín] cumplió 50 años estuvo un tercio de su vida en la cárcel”

Alberto Sabio. / Foto: cortesía del autor

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Andreu Navarra

 

Alberto Sabio, Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza, acaba de publicar Excomunistas. De la Revolución a la Guerra Fría cultural: Joaquín Maurín (1896-1973), una completa biografía del fundador del Bloque Obrero y Campesino y el POUM, Partido Obrero de Unificación Marxista, antes de la Guerra Civil. Un libro necesario porque recupera la mitad más desconocida de la vida de Maurín, la que transcurrió en Nueva York al frente de una Agencia periodística y literaria de una importancia capital para la cultura hispánica.

 

Pregunta evidente, quiero decir obvia: ¿Cómo llegaste a Maurín? ¿Cuándo llegaste a la conclusión de que debías zambullirte en sus archivos de la etapa de postguerra?

Maurín fue uno de los grandes líderes sociales de las primeras décadas del siglo XX en España y, sin embargo, su figura seguía estando entre desconocida y malherida. Quería ir más allá de las adulaciones poco rigurosas, pero sobre todo de las infamias no demostradas. Y faltaba por consultar su amplísima correspondencia conservada en la Universidad de Stanford (California) y en la Universidad de Miami. El libro se puso a andar a partir del estudio de estos materiales.

“Maurín fue uno de los grandes líderes sociales de las primeras décadas del siglo XX en España y, sin embargo, su figura seguía estando entre desconocida y malherida”

¿Por qué es importante ese segundo Maurín más literario y socialdemócrata?        

Más allá del biografiado, esta parte del libro nos ayuda a entender mejor los mecanismos de funcionamiento de la Guerra Fría desde un punto de vista cultural, la oposición al franquismo, los preparativos del llamado “contubernio” de Múnich, los discursos sobre la reconciliación en España o el camino de muchos excomunistas hacia el socialismo democrático.

¿Qué supuso Sender para Maurín?

Sender fue uno de los puntales de la agencia de Maurín. Escribió cientos de artículos para ella. Al principio, hasta que la agencia se asentó, no quiso cobrar por sus colaboraciones. Sender visitó a Maurín en su casa de Nueva York. Sender le pasó a Maurín el original de Mosén Millán, luego Réquiem por un campesino español. Fue uno de los primeros en leerlo e intercedió para que Germán Arciniegas fuese el prologuista de la primera edición. Y uno de los protagonistas de Crónica del Alba, la magna obra de Sender, está claramente inspirado en Maurín. 

¿Quién fue el pintor Viladrich? ¿Por qué fue tan importante para tu biografiado?

Viladrich logró convencer a Pío Baroja para que fuera candidato republicano a diputado por el distrito de Fraga (Huesca) en las elecciones de febrero de 1918. Allí se produjo el bautismo político de Joaquín Maurín, que ayudó a Baroja en la campaña electoral. Le sirvió para estudiar la anatomía política de aquel caciquismo rural. Años después, el mecenas Archer Milton Huntington, fundador de la Hispanic Society of America de Nueva York, adquirió casi toda la obra de Viladrich para el museo de la citada institución. Y, durante el exilio neoyorquino de Maurín, estos cuadros fueron un consuelo frente a la nostalgia de su tierra, una gran emoción al ver pintadas las riberas del Cinca en el corazón de Manhattan. 

¿Cómo funcionaba el ALA?

Pues funcionó de manera bastante artesanal: Maurín lo hacía todo e incluso escribía con varios seudónimos para dar la impresión de que contaba con más colaboradores. Acabó distribuyendo columnas y artículos de autores prestigiosos (Miguel Ángel Asturias, Uslar Pietri, Gómez de la Serna, Luis Araquistán, Alfonso Reyes, Vasconcelos, Madariaga, Neruda…) en casi cien periódicos latinoamericanos y estadounidenses en español. Una parte de lo que cobraba por las publicaciones iba para la agencia y otra para el autor. Maurín la llamaba la cooperativa o la cofradía, pero no era ni una cosa ni la otra. Eso sí, no hubo el más mínimo litigio judicial durante los 30 años de existencia de la agencia.

“Maurín lo hacía todo e incluso escribía con varios seudónimos para dar la impresión de que contaba con más colaboradores”

¿Qué opinión te merece Julián Gorkin?

La trayectoria de Gorkin no puede asemejarse a la de Maurín en varios aspectos. Para empezar, Maurín no recibió dinero de las fundaciones estadounidenses, ni el franquismo publicó nunca sus libros (por ejemplo, el relato de Valentín González, El Campesino, brindando así carnaza anticomunista a la publicística franquista), ni se afilió al PSOE. Gorkin anduvo metido siempre en pseudo conspiraciones e infiernitos. No estaba bien valorado entre los antiguos compañeros del POUM. 

¿Y Víctor Alba?

Junto con Arciniegas, Sender, Granell y Portela, seguramente Víctor Alba fue uno de los principales amigos de Maurín. Entre ellos se llamaban Kim y Pedro. El nombre real de Víctor Alba era Pere Pagès. Eran viejos conocidos desde los tiempos del periódico La Batalla, creado en Barcelona en 1922. El joven Pere, con apenas veinte años y algunos conocimientos de inglés, fue quien enseñó Barcelona a George Orwell, que entonces era un extranjero anónimo. Hemos localizado casi mil artículos firmados por Víctor Alba para la agencia de Maurín entre 1957 y 1980.

¿Cómo era el Maurín columnista?

Relataba con gracia y con capacidad de síntesis: solía arrancar con una anécdota o un viaje para luego exponer la idea fuerza que daba sustancia a la columna. Escribió acerca de la visita de Jrushchov a la ONU y el asesinato del primer ministro congoleño Patrice Lumumba; hizo críticas de libros y redactó columnas sobre viajes, la conquista del espacio o los obstáculos para implantar en Estados Unidos las máquinas de afeitar desechables.

¿Cómo es posible que alguien como Germán Arciniegas haya caído en semejante olvido?

Sí, sorprende bastante. Su libro Biografía del Caribe, publicado en 1945, fue, antes de Cien años de soledad, el libro escrito por un iberoamericano más difundido en el mundo. Cuando Maurín contactó con él, Arciniegas ya tenía una acreditada trayectoria: dos veces ministro de Educación y fundador de la Federación Colombiana de Estudiantes. Sus obras buscaban aumentar la conciencia continental y la identidad cultural de Iberoamérica. 

“Su libro Biografía del Caribe, publicado en 1945, fue, antes de Cien años de soledad, el libro escrito por un iberoamericano más difundido en el mundo”

¿Maurín tuvo mala suerte?

Hasta que cumplió 50 años estuvo un tercio de su vida en la cárcel. Luego, Maurín tenía capital de lucha antifranquista (interrogatorios, consejo de guerra), pero no llegó vivo a la Transición, cuando eso empezó a valorarse y cuando tantos otros pasaron de la dictadura a la democracia sin examen de conciencia alguno. 

Tras esta obra mayor que acabas de publicar, ¿Qué llevas entre manos?

Me interesa mucho profundizar en la Guerra Fría cultural y también retornar al estudio del campesinado español, que ya fue objeto de mi tesis doctoral.


Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons

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