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  • 16 de septiembre de 2024
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Inteligencia artificial para docentes según la UNESCO

Inteligencia artificial para docentes según la UNESCO

Inteligencia artificial para docentes según la UNESCO

Tung Nguyen. / Pixabay

Licencia Creative Commons

 

Antoni Hernández-Fernández

 

El marco de competencias sobre inteligencia artificial (IA) para docentes que publicó la UNESCO en agosto de 2024 aborda los avances tecnológicos en IA y su impacto en la enseñanza. ¿Qué deben saber los docentes de IA y cómo aplicarla en el aula?

 

La UNESCO ha publicado una interesante guía AI competency framework for teachers para el profesorado, en lo que denominan “marco de competencia sobre IA”, que se resumirá y comentará aquí. Vale la pena leerla y reflexionar sobre ella. ¿A qué se refieren en este marco y cómo cambia la docencia la IA? ¿Qué aporta sobre lo (mucho) que se ha escrito estos últimos años?

A diferencia de tecnologías anteriores, alerta la UNESCO, la IA puede reemplazar en breve la toma de decisiones educativas basada en patrones de datos. Esto plantea el riesgo de que los docentes pierdan competencias clave si dependen en exceso de la IA, por lo que se enfatiza la importancia de mantener la agencia humana y una mentalidad centrada en las personas, para que la IA sea una herramienta de apoyo y no la sustitución del docente en sus funciones o en la toma de decisiones: vale la pena recordar que ya teníamos la declaración de Barcelona (2017) sobre el uso responsable de la IA, y sus seis principios:

 

  1. Prudencia: Es crucial reconocer las limitaciones de la IA y sus riesgos, antes de usarla. La primera en la frente, el primer principio que nos hemos saltado a la brava.

 

  1. Confiabilidad: Los sistemas de IA deben someterse a pruebas rigurosas de seguridad, fiabilidad y confiabilidad, especialmente en áreas como la medicina, la educación o la robótica autónoma.3. Responsabilidad: Los sistemas de IA deben ser capaces de explicar sus decisiones de manera comprensible. Las personas afectadas por las decisiones de la IA tienen el derecho de cuestionarlas y obtener explicaciones claras, con personas responsables tras estas herramientas.

 

  1. Rendición de cuentas: En este sentido, es esencial poder rastrear y responsabilizar a los responsables detrás de sistemas de IA. No vale lavarse las manos y ‘echarle la culpa’ a la máquina.

 

  1. Autonomía restringida: Los sistemas de IA que actúan en el mundo real deben estar sujetos a reglas claras que limiten sus acciones y efectos, y aseguren que se alineen con los valores humanos. Esto es fundamental en sectores tan peligrosos como el desarrollo de armas autónomas.

 

  1. Rol humano: La inteligencia humana sigue siendo crucial, especialmente en situaciones no previstas por los sistemas de IA. Se debe supervisar a la IA:  la sinergia entre la IA y el humano es clave.

 

El uso de IA plantea muchos desafíos éticos, como la privacidad de los datos personales, los sesgos  y el potencial de desigualdades sociales que se pueden generar. Es de alto riesgo su uso en educación, según la normativa europea. Los docentes deben ser conscientes de estos riesgos y capacitarse en el uso responsable de la IA. A diferencia de herramientas digitales anteriores, dado un simple prompt la IA generativa ofrece resultados (textos, imágenes, vídeos…) de manera estocástica, y a veces yerra, por lo que debe supervisarse. Los docentes necesitan entender cómo funciona la IA para supervisarla y evaluar críticamente esos resultados, para decidir si aplicarlos o no en su labor, y valorar si las actividades de clase que plantea a sus alumnos son adecuadas: ¿se pueden resolver a golpe de clic?

El informe de la UNESCO (2024) propone una aproximación centrada en las personas, guiada por principios éticos como el desarrollo humano, la equidad, la inclusión y la rendición de cuentas en el uso de la IA. Se complementa, por cierto, con otro informe dedicado específicamente a los estudiantes, más extenso, que vale la pena releer y cruzar con el de los docentes.

Los docentes deben estar capacitados para entender mínimamente la IA, integrarla en sus especialidades didácticas y promover valores sociales y culturales, así como su uso ético y crítico, en un contexto social donde la IA no debería reemplazar la interacción humana. La explicabilidad será uno de los retos de los próximos años.

El uso de la IA en educación debería haber sido validado en términos de confiabilidad, seguridad y sostenibilidad antes de su implementación a gran escala. Los docentes deben recibir apoyo continuo para adaptarse a estos cambios tecnológicos a lo largo de su carrera profesional, no ser abandonados a su suerte. Para ello, es esencial una formación continua y políticas que fomenten el aprendizaje profesional permanente, adaptando currículos y métodos de evaluación a las nuevas posibilidades que ofrece la IA, con mucha cautela, recordando que es de alto riesgo en educación.

La estructura del marco de competencias en IA para docentes propuesta por la UNESCO se presenta en una matriz bidimensional que incluye cinco aspectos que evolucionan a través de tres niveles de progresión (adquisición, profundización y creación), formando quince bloques diferenciados de competencias (Tabla 1). Al cruzar estos tres niveles de progresión con los cinco aspectos de competencia, el marco define quince bloques diseñados para apoyar a todos los docentes, desde aquellos sin conocimientos previos en IA hasta aquellos con más experiencia en su uso.

 

Tabla 1. Estructura de alto nivel planteada por la UNESCO (2024) siguiendo el marco de competencias en IA: aspectos y niveles de progresión

 

Aspectos

Progresión
Adquirir Profundizar Crear
Mentalidad centrada en las personas Agencia humana Responsabilidad humana Responsabilidad social
Ética de la IA Principios éticos Uso seguro y responsable Co-creación de normas éticas
Fundamentos y aplicaciones de la IA Técnicas y aplicaciones básicas de IA Habilidades de aplicación Crear con IA
Pedagogía de la IA Enseñanza asistida por IA Integración de IA y pedagogía Transformación pedagógica mejorada por IA
IA para el desarrollo profesional IA para habilitar el aprendizaje profesional continuo IA para mejorar el aprendizaje organizacional IA para apoyar la transformación profesional
Fuente: Traducida de Miao & Cukurova (2024).
https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000391104

 

Primera Dimensión: Los cinco aspectos de competencia

Los aspectos de competencia representan los elementos clave de conocimiento, habilidades, valores y actitudes que los docentes deben desarrollar para integrar de manera efectiva y ética la IA en el aula.   Estos aspectos según la UNESCO son complementarios, interdependientes y sinérgicos. Los cinco aspectos son:

  1. Mentalidad centrada en las personas: Define los valores y actitudes críticas necesarias para las interacciones entre humanos y sistemas basados en IA que los docentes deben fomentar.
  2. Ética de la IA: Establece los principios éticos esenciales, así como las normativas, leyes institucionales y reglas que los docentes deben comprender, aplicar y adaptar.
  3. Fundamentos y aplicaciones de la IA: Especifica los conocimientos y habilidades transferibles que los docentes necesitan para seleccionar, aplicar y personalizar las herramientas de IA para entornos de enseñanza y aprendizaje, fomentando la creatividad.
  4. Pedagogía de la IA: Implica integrar la IA de manera eficaz en las metodologías y estrategias pedagógicas, desde la preparación del curso hasta la evaluación.
  5. IA para el desarrollo profesional: Detalla las competencias que los docentes deben desarrollar para utilizar la IA en su aprendizaje profesional continuo.

Quizá valga la pena recordar aquí la distinción entre lo legal y lo ético. El informe de la UNESCO tiende a mezclar ambos elementos en algunos momentos: la educación obligatoria debería formar ciudadanos que conozcan las leyes de la IA y la protección de datos, así como sus derechos pero también sus deberes, lo que es legal y lo que no. Luego está la ética. Por ejemplo, una cosa es que sea legal usar ChatGPT y otra que sea más ético usar otros grandes modelos de lenguaje, como HuggingChat, más transparentes y que no se quedan tus datos por la cara.

 

Segunda Dimensión: Los niveles de progresión

El marco de la UNESCO reconoce que el desarrollo profesional relacionado con la IA es un proceso complejo y dependiente del contexto, no necesariamente lineal o jerárquico. Los intereses y necesidades de los docentes pueden variar, según los niveles educativos que impartan y sus especialidades. Sin embargo, establece tres niveles de progresión generales para orientar el crecimiento de los docentes:

  1. Adquirir: Establece el conjunto esencial de competencias en IA que todos los docentes necesitan para evaluar, seleccionar y usar adecuadamente las herramientas de IA.
  2. Profundizar: Define competencias intermedias necesarias para diseñar estrategias pedagógicas y materiales didácticos que integren la IA en clase.
  3. Crear: Establece competencias avanzadas para configurar de manera creativa los sistemas de IA y su uso innovador en la educación.

Está bien que se reconozca la complejidad del desarrollo profesional docente, pero cabría añadir que no sirven las recetas universales en la formación del profesorado. No obstante, el esfuerzo del documento de la UNESCO es notable, por lo que les recomiendo la lectura de sus cincuenta páginas, aunque tal vez discrepen en algunos enfoques.

En mi opinión, el éxito en la integración de la IA en la educación depende de factores tan básicos como los planteados en la declaración de Barcelona, el acceso a la infraestructura digital, regulaciones más estrictas sobre privacidad y seguridad de datos (que ya son urgentes si pensamos en las plataformas educativas que tienen los datos de nuestros alumnos…), así como políticas educativas de apoyo real y fomento del desarrollo profesional, con oportunidades de formación constante y adaptada a la realidad del aula, acompañadas de incentivos laborales.

Además, hay aspectos sociales, como la confiabilidad diversa de los equipos directivos de los centros en las múltiples herramientas de IA existentes o su impacto en una potencial carga laboral desigual de los docentes, que influirán en la implementación en los centros educativos: ¿se acabará pidiendo más en menos tiempo a los que sepan, y lo mismo a los que no? ¿No sucede ya con otras tecnologías?

El próximo diciembre se cumplirán 50 años de la célebre conferencia de Haifa en la que Mario Bunge acuñó el término ‘tecnoética’. Así nos alertaba Mario Bunge en su manifiesto “Por una tecnoética” (Bunge, 2019:133): “Los instrumentos son moralmente inertes y socialmente irresponsables. Por lo tanto, cuando actúan como instrumentos, el científico, el ingeniero o el administrador rehuyen asumir responsabilidades.”.

Lo mismo podría aplicarse a los docentes. No nos convirtamos en meros instrumentos, asumamos responsabilidades, seamos activos y mostremos espíritu crítico ante lo que tenemos encima.


Referencias:

–  Bunge, M. (2019). Filosofia de la tecnologia. Barcelona: Edicions IEC-UPC. Disponible en: https://upcommons.upc.edu/handle/2117/169030


Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons

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