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  • 13 de mayo de 2024
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«Lenin». Una vida para la revolución

«Lenin». Una vida para la revolución

«Lenin». Una vida para la revolución

Portada. / Editorial Catarata

Licencia Creative Commons

 

Andreu Navarra

 

Lenin, vida de un hombre

Quienes nos acordamos mucho de un libro fundamental de José María Faraldo, Las redes del terror (Galaxia Gutenberg, 2018), una obra centrada en las terroríficas policías políticas de los regímenes comunistas, nos alegramos de ver cada uno de los libros que este auténtico especialista en la Europa del Este va publicando sin prisa, pero sin pausa.

En esta ocasión, Faraldo presenta una biografía de Vladímir Ilích Uliánov que ha sido diseñada con dos criterios básicos: la portabilidad (o manejabilidad), y una notable imparcialidad. En el importante prólogo de Lenin. Una vida para la revolución (Catarata), el autor deja claras dos cosas: en primer lugar, que en el centenario de la muerte de Lenin necesitábamos una obra sobre su figura que huyera tanto de la monumentalidad como de las implicaciones ideológicas presentistas, y que esa obra debía ser divulgativa. En este prólogo, el autor revela unas convicciones académicas que suscribe completamente el autor de estas líneas, que da la casualidad que también escribió una biografía del único líder comunista español que fue bolchevique puro, quiero decir militante del PCUS de pleno derecho, Andreu Nin: “He intentado comprender a Lenin en sus propios términos, alejándolo de la paja del mito, para insertarlo en su momento y lugar”.

Porque es importante poder escribir historia sin interferencias interesadas. Lo que nos aporta este libro, pues, es una trayectoria limpia de estridencias ideológicas, que busca el máximo de objetividad posible. Un poco más atrás, escribía Faraldo: “Académicamente es difícil superar los trabajos de Robert Service y de Dimitri Volkogonov, que tuvieron ya a su disposición la documentación de los archivos rusos, prohibidos durante décadas”; por lo tanto, no se trataba tanto de realizar otra suma monumental sobre la vida del líder soviético como de ordenar un material oceánico y divulgar su realidad más cotidiana y prosaica: “He intentado huir -continúa el autor-, de las interpretaciones más ideologizadas de la Guerra Fría y, sobre todo, de la época posterior a la caída del sistema que Lenin ayudó a construir. El anticomunismo banal de los ‘libros negros del comunismo’ y, en nuestro país, de los Jiménez Losantos y similares, ha hecho mucho daño a la historiografía científica: más allá de su lícita opción moral y política, examinar la historia como si fuera un juicio de la posteridad no añade nada a la comprensión de los hechos, sino que más bien la nubla, construyendo un mito, esta vez negativo”.

Me sumo a esta reivindicación de la historiografía metódica y para el lector medio. Aunque, en definitiva: “No se puede ser equidistante con quien contribuyera decisivamente a construir una dictadura terrible y a trazar los primeros diseños del totalitarismo como sistema. Pero se puede tener una firme convicción humanista contra la violencia y el autoritarismo (bolchevique en este caso) y, sin embargo, explorar con sosiego el pasado para comprender el fenómeno histórico y su significado”. Bien visto, porque la objetividad académica no está reñida con la ética. Por lo tanto, Faraldo no sólo deplora las hagiografías y las anatemizaciones de los protagonistas de la historia, sino que además reclama para la elaboración de una historia legítima un espacio de honradez y serenidad cada vez más difícil de percibir en un mundo basado en el ruido y las sorderas ideológicas.

Rosa Luxemburgo ya había polemizado con Lenin sobre el diseño sectario y militar del partido bolchevique, cuyas peculiaridades ultracentralistas impregnarían no sólo el sistema soviético sino también, a partir de 1919, las opciones políticas marxistas adheridas al Komintern. Faraldo, profesor titular de la Universidad Complutense de Madrid, ha cumplido sobradamente con sus objetivos: su obra es tan exhaustiva como sintética, y proporciona todo lo que hemos de saber sobre una de las figuras históricas más trascendentales de la historia contemporánea, pero sin dramatismos, atendiendo también a la esfera íntima de un hombre cuyo legado ha sido manipulado (y hasta censurado) hasta la exageración, para santificarlo o para satanizarlo, cuando lo que más debería interesarnos es la realidad de este tozudo y culto periodista ruso que fundó una dictadura implacable y puso el mundo patas arriba a partir de 1917.

En estas páginas podemos conocer al Lenin traumatizado por la ejecución de su hermano, implicado en un atentado contra el Zar, o verlo también cazando y subiendo montañas, o estudiando Derecho y textos marxistas con increíble disciplina. Lo vemos acompañado de figuras también imprescindibles para entender su evolución (Krupskáya, Trotski, Mártov, Plejánov), lo vemos emocionándose con una novela de Chernichevski más bien emopopulista, y en definitiva, conviviendo con familiares y amigos en toda clase de actividades tanto privadas como políticas. Faraldo concibe a Lenin como a un periodista y activista con poco peso intelectual pero con una ambición desmedida y un deseo de mando fuera de toda mesura. Lenin no era un psicópata ni un genio visionario, sino un político hábil y cínico, autoritario y especialista en todo tipo de tretas y manipulaciones, austero y audaz, obsesionado desde la más tierna juventud por la revolución obrera. Este Lenin reconstruido desde la más completa erudición es el que nos ayuda a comprender toda una época.


Título: «Lenin». Una vida para la revolución.

Autor: José M. Faraldo

ISBN: 978-84-1352-945-5

Editorial: Los libros de la Catarata

Idioma: Español

Número de páginas: 157 páginas

Fecha de publicación: marzo de 2024


Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons

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