- Opinión
- 8 de enero de 2025
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La ecuación del desastre educativo en Cataluña
La ecuación del desastre educativo en Cataluña
El resultado es claro: un sistema educativo (E) que se hunde
Hay quien dice que las matemáticas no son útiles en la vida real, pero permitidme que lo contradiga: nada como una ecuación sencilla para ilustrar el desbarajuste monumental del sistema educativo catalán. Aquí tenéis una fórmula directa:
E = (C + I)/A
E: Educación; C: Conocimientos; I: Inversiones en educación; A: Arbitrariedades políticas
Si sumamos un desprecio generalizado por el conocimiento (C), lo condimentamos con inversiones insuficientes (I), y después lo dividimos por un exceso de arbitrariedades políticas (A), el resultado es claro: un sistema educativo (E) que se hunde. Efectivamente, si miramos las pruebas PISA 2022, los resultados de Cataluña han sido los peores de la historia en las tres competencias evaluadas (lectura, ciencias y matemáticas). Los alumnos catalanes han perdido el equivalente a un curso entero en matemáticas y casi dos en comprensión lectora en los últimos 10 años, situándose en la cola de España. Además, el último informe TIMSS 2023, donde se evalúan las competencias matemáticas de los alumnos de 4º de primaria en 59 países del mundo, Cataluña queda por debajo de la media española y muy lejos de la europea y de la OCDE. Por último, en el estudio PIRLS 2021, realizado en 57 países del mundo, los estudiantes catalanes de 4º de primaria se desploman en comprensión lectora.
Las excusas, evidentemente, no han tardado en aparecer. En primer lugar, la causa eran los alumnos recién llegados y, cómo no, la pandemia. También se dijo que la muestra no era «perfecta», según el propio Departament d’Educació. ¿Quién lo hubiera dicho? Quizá deberíamos incluir a nuestros consejeros como ejemplos, en los libros de texto de lógica, ilustrando el principio de contradicción. Pero intentemos explicar las causas reales del desaguisado educativo catalán con nuestra ecuación.
Desprecio por conocimiento (C)
Aquí tenemos el primer ingrediente clave de la ecuación: el desprecio por el conocimiento. Este desprecio no es casual; es más bien un acto deliberado. Es como si alguien en el Departament hubiera leído un manual de «cómo desmantelar un sistema educativo en diez pasos» y se hubiera entregado a ello con entusiasmo.
Digámoslo claro: trabajar por proyectos es como hacer pan sin levadura; puede parecer innovador al principio, pero el resultado final es soso y poco funcional. Los estudiantes investigan, debaten y presentan trabajos. ¡Fantástico! Pero, ¿y si les falta una base sólida para comprender qué están investigando? Ah, detalles menores.
El conocimiento tradicional –ya sabéis, cosas tan anticuadas como aprender historia, literatura o ciencias en profundidad– parece haberse convertido en un lujo. Haciendo un poco de historia, durante los últimos 10 años, el trabajo por proyectos es una práctica cada vez más extendida en Cataluña. Cualquier conocimiento que no tenga un valor aplicado o instrumental no es primordial y puede prescindirse de él. Además, el conocimiento de asignaturas como la filosofía, la ética o la historia están perdiendo horas en los currículos de bachillerato. La nueva ocurrencia del Departamento ha sido, para el curso 2025-26, realizar optativas algunas asignaturas de modalidad de bachillerato que hasta ahora eran obligatorias (literatura catalana y literatura castellana). En ciencias, la pérdida del conocimiento se reduce en picado. Las asignaturas de Física, Química, Biología y Geología, que durante el curso 2021-2022 tenían 4 horas semanales en 1º de bachillerato, se fusionarán en sólo dos: Física y Química por un lado, y Biología y Geología, por otro (con 3 horas semanales cada una). Las críticas a esta nueva ocurrencia no paran de llegar. Pero que nadie se preocupe, porque la asignatura optativa trimestral «Retos científicos actuales» seguro que transformará a nuestros jóvenes en genios capaces de resolver el cambio climático con un par de PowerPoints.
Aparte de los cambios curriculares anteriores, la pérdida de conocimiento también tiene relación con la disminución del uso de los libros de texto. El Plan de educación digital de Cataluña 2020-2023 quería contribuir al desarrollo de las competencias digitales después de la pandemia. Se entregó un ordenador a cada alumno entre 3º de ESO y 2º de bachillerato. Estos ordenadores se financiaron con el Fondo Next Generation de la Unión Europea y significaron, por la mayor parte de las asignaturas, la desaparición de los libros de texto en los institutos de Catalunya.
En el libro Fahrenheit 451, de Ray Bradbury, los bomberos debían quemar los libros. La obsesión del gobierno de esta sociedad imaginaria era controlar mejor a la población, que sólo podía aprender lo que veía en el televisor. Ahora mismo, el Departamento de Educación parece actuar como un bombero del conocimiento, sustituyendo a los libros de papel por los ordenadores. Algunos profesores, con clara vocación y competencias desbordantes, perduran en la sombra de lo que sucede, explicando lo que pueden, sin libros. La mayoría observan cómo sus alumnos miran las pantallas con los ojos extraviados en el cosmos digital, con el difícil reto de preservar su integridad psíquica y hacerles llegar, en el mejor de los casos, unas “píldoras de conocimiento”. Muchas veces, ni siquiera pueden realizar exámenes memorísticos, y se ven obligados a aprobarlos, no sea que tuvieran una frustración por un suspenso.
Ante este desprecio por el conocimiento, los pedagogos han sustituido a los docentes en la planificación de los currículums educativos. Esta oligarquía diseña, en la actualidad, el nuevo modelo educativo y justifica su existencia con una verborrea con pinceladas de delirios de grandeza, multiplicando su implantación en los órganos de poder del Departamento. Nos piden papeles sin utilidad, para justificar un objetivo al que parecen haber consagrado sus vidas: la felicidad de los alumnos y su estabilidad emocional.
Pero el bajón en conocimientos, según un estudio de la Fundació Bofill, tiene otra causa: la falta de formación de los docentes. ¡Vaya por Dios! Imaginemos por un momento que esto fuera verdad. Entonces, el Departament debería poner remedio, ofreciendo cursos de formación a los ignorantes profesores. Hemos realizado un experimento para comprobar si, efectivamente, nuestros “jefes” están poniendo remedio a nuestra incompetencia. Hemos buscado en la web oficial que ofrece cursos a los profesores. A la fecha de realizar este artículo hay una oferta de cursos de la materia de filosofía completamente nula; de ciencias sociales hay sólo 3 cursos; de matemáticas tenemos 15; de ciencias sólo 12 y de lengua y literatura 36. Pero, ¡estamos salvados!! Tenemos 41 cursos de bienestar emocional; 107 de currículum y nuevas metodologías y 355 de competencia digital.
Falta de inversión en educación (I)
Los recursos económicos invertidos en educación (I) también afectan a los resultados educativos (E). Con menos dinero, las ratios de alumnos por profesor suben, la estabilidad de las plantillas cae y no existen recursos para la escuela inclusiva. Evidentemente, un profesor puede atender a 30 alumnos y, al mismo tiempo, descubrir el sentido de la vida. ¡Es pura multitarea educativa!
Invertir en educación, por lo visto, es una idea demasiado radical para implementarla. ¿Y qué mejor para demostrarlo que las 961 escuelas con barracones? Éstos son el equivalente educativo de un sofá plegable: sí, técnicamente funcionan, pero nadie los elige por gusto. Y ahora mismo, Catalunya es la comunidad autónoma de España con más barracones provisionales. Estos edificios prefabricados permiten cubrir la demanda demográfica de ese momento concreto sin una gran inversión, con más ruidos ambientales, altas/bajas temperaturas y espacios inadecuados para realizar ciertas actividades (educación física, laboratorios, bibliotecas o comedores).
También nos faltan profesionales educativos para atender a los alumnos más conflictivos o con problemas psicológicos. El departamento realizó dos estudios sobre estos conflictos en los años 2000 y 2005, donde se detectó una subida de las agresiones físicas, sexuales, psicológicas, y un aumento de los alumnos que admiten haber llevado armas a clase. Pese a la gravedad de estos hechos y la importancia de la continuidad de este estudio, lo cierto es que no se ha hecho más. ¡Pero tranquilos, que ya tenemos la solución! Existe la figura de COCOBE, una creación tan práctica como una bicicleta con una sola rueda. Esta “chapuza” de dimensiones colosales sólo esconde la falta de inversiones en profesionales especialistas del ámbito sanitario y de psicólogos en los centros educativos de Cataluña.
Aumento de las arbitrariedades educativas (A)
Aquí entramos en el terreno de la autonomía de centros, una magnífica idea que ha acabado convertida en el sueño húmedo de los directores/as con delirios de grandeza. Decretos de plantillas y decretos de direcciones son los causantes de la mayor arbitrariedad del sistema educativo catalán. Si tienes un amigo director, ¡perfecto! Si no, quizás termines enseñando plástica cuando tu campo es la filosofía. ¡Ah, la meritocracia, qué concepto tan sobrevalorado!
Pero lo mejor de todo son las leyes cambiantes. La LOMCE, la LOE, la LOMLOE… Cada nueva reforma educativa es como un capítulo de una serie de Netflix: no puedes enganchar porque no sabes qué pasará después. Pero algo sí es seguro: los alumnos son los conejitos de indias de estos experimentos, y la frustración colectiva es el único resultado constante.
Conclusiones
Es cierto que hoy la educación se hace con una calidad y condiciones mejores que hace un siglo y que la mayor parte de los profesores creemos apasionadamente en la educación como fuente de mejora de la humanidad. Muchos continuaremos luchando contra el desbarajuste educativo que deja sin protección a los más vulnerables, porque creemos que las escuelas e institutos son ascensores sociales para los adolescentes más desfavorecidos.
Cataluña no sólo ha escrito una página negra en los libros de resultados educativos, sino que parece decidida a encuadernar todo un volumen. Mientras los profesores luchamos por hacer milagros en las aulas, el Departamento de Educación sigue perfeccionando su fórmula del desastre. Al final, quizás el único conocimiento que estamos fomentando es el de la resistencia pasiva, porque nada más educativo que sobrevivir a un sistema que parece trabajar activamente contra ti.
Fuente: educational EVIDENCE
Derechos: Creative Commons
1 Comments
Hola Aurora,
Tremendo análisis de la triste realidad educativa actual en Cataluña (y lamentablemente cada vez más en otras partes de España). Enhorabuena porque cada párrafo es para enmarcar.