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- 30 de septiembre de 2024
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Juan Carlos Carracedo: “La pérdida de peso de las Ciencias Naturales es un hecho en nuestra enseñanza”
CARA A CARA CON
Juan Carlos Carracedo, geólogo e investigador
Juan Carlos Carracedo: “La pérdida de peso de las Ciencias Naturales es un hecho en nuestra enseñanza”
Conversar en Tenerife con el Dr. Juan Carlos Carracedo fue una experiencia inolvidable durante este verano. Era agosto y visité la isla para conocer mejor su vulcanología, pero gracias a este Profesor de Investigación del del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y director de la Estación Volcanológica de Canarias (EVC) hasta 2011, descubrí decenas de lugares que jamás habría imaginado.
Juan Carlos Carracedo, hoy jubilado, pero actualmente investigador asociado emérito de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, trabajó en su tiempo con quienes pensaron y establecieron la teoría más importante de la geología, la Tectónica de Placas. Este investigador del Grupo GEOVOL de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria vio nacer esta teoría cuando yo era un chiquillo alucinando con los volcanes y los dinosaurios, hasta estuvo investigando, y delante del volcán, la erupción del Teneguía en la isla de La Palma en 1971. Pero lo mejor del encuentro en Tenerife con el Dr. Carracedo fue que me brindó sus conocimientos y humanidad para recorrer Tenerife con otros ojos, con los suyos, con los de un vulcanólogo experto.
Académico de Número de la Real Academia Canaria de Ciencias, no le sobran méritos profesionales, personales y humanos para demostrar su valía. Carracedo ha trabajado en las Islas Canarias durante más de 50 años y ha publicado más de 200 artículos y libros científicos sobre el volcanismo de las Islas Canarias, entre ellos Geology of the Canary Islands, de la editorial Elsevier. Creo que debemos conocer un poco más a este geólogo eminente.
¿Cómo ve el reconocimiento de la geología en nuestra sociedad?
Desgraciadamente las Ciencias Naturales, y concretamente la Geología, no tienen en España la presencia e interés de la sociedad que sería de desear.
¿Qué razones ve en ello?
Yo veo dos razones principales: por una parte, se asocia comúnmente la geología con catástrofes, como terremotos, tsunamis y grandes erupciones volcánicas, casi siempre ocurridas en otras zonas del mundo. En realidad, esto forma parte de la geología, como todo lo concerniente a la Tierra, pero la parte más importante es la comprensión de nuestro planeta en su formación y evolución para haber aportado el escenario para el surgimiento de la vida y su asombrosa diversificación en miles de especies entre las que nos encontramos. Esa compresión de la Tierra como una “nave” en la que todos vamos, ayudaría a la sociedad a una visión más positiva y cuidadosa por la cuenta que nos trae.
¿Cree entonces que las Ciencias Naturales están menospreciadas en el currículo de la enseñanza?
Obvio. La pérdida de peso de las Ciencias Naturales es un hecho en nuestra enseñanza.
La tectónica de placas es un paradigma de la geología muy reciente, ¿qué implicación tuvo en ella?
Al terminar mi graduación en Ciencias Geológicas en la Universidad Complutense no podía evitar una sensación de desencanto. Después de recibir y memorizar en cinco largos años gran cantidad de información detallada sobre minerales, rocas y fósiles obtuve, sin duda, una gran cultura geológica, pero las grandes cuestiones, la verdadera información de lo que era la Tierra y sus vicisitudes seguían inexplicadas. Sabía mucho de los terremotos, pero ¿qué era en realidad lo que los producía? ¿Por qué se daban en unas zonas determinadas del planeta y además de forma conjunta? Faltaba algo y trascendental, el pegamento, el paradigma que transformara la geología de una ciencia descriptiva en otra más precisa, capaz incluso de hacer evaluaciones y predicciones.
Ante tantas dudas, ¿qué le dio el pistoletazo de salida?
Pues fueron los EE. UU. los que me aportaron la información que culminó en una teoría, la Tectónica de Placas. Concretamente Harry Hess, un geólogo de la Universidad de Princeton y que fue oficial de la Marina de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y capitán de uno de los buques de guerra encargados de escoltar a los barcos de transporte de los submarinos nazis, fue quién me iluminó al utilizar la nueva técnica del sonar. Esto le sirvió para “ver” cómo era el hasta entonces desconocido fondo del océano, relacionarlo con la teoría de Wegener de la deriva continental y finalmente enunciar su idea de la tectónica de placas. Al ser esta una información obtenida por la marina de EE. UU. era de carácter secreto, de ahí que sólo se difundiera en Toronto, refugio entonces de muchos que no querían participar en la guerra de Vietnam.
¿Y su destino entonces cuál fue?
Había oído rumores de que, en la Universidad de Toronto, concretamente en el Erindale College, había un profesor que tenía una teoría revolucionaria sobre puntos calientes y derivas continentales. La Tectónica de Placas.
Comprendo que su implicación fuera marcharse al extranjero
Sí, mi implicación fue ir a la fuente para aprender ese paradigma fundacional de la geología y traerlo a España, sumida entonces en la autarquía franquista, que rehuía el contacto con la ciencia internacional. Al terminar Geología en Madrid me fui un año de postgrado a Canadá. Yo tenía familia precisamente en Toronto y allí fui. Conseguí una pequeña ayuda como estudiante de postgrado en la Universidad de Toronto y empecé a trabajar en minería asociada a impactos de meteoritos. Incluso pensé en quedarme definitivamente allí. Pero en la España de aquel tiempo el servicio militar era obligatorio y si no volvía sería declarado prófugo, así que regresé para hacer en los veranos las milicias universitarias (SIC). Había hablado con el profesor José María Fuster, catedrático de Petrología de la Complutense y acordado comenzar una tesis doctoral sobre la geología de la isla de Tenerife.
“Al volver recuerdo dar charlas a mis profesores anteriores sobre la tectónica de placas y su trascendencia”
Al volver a España, ¿qué hizo?
Pues al volver recuerdo dar charlas a mis profesores anteriores sobre la tectónica de placas y su trascendencia.
Es decir, fue un pionero en la divulgación de la Tectónica de Placas, pero ¿qué le llevó finalmente a la vulcanología?
Pues que entonces sobrevino. Aquí hay un salto importante en mi vida profesional, porque en principio no tenía en absoluto un interés especial por los volcanes, pero ocurrió la erupción del volcán Teneguía en la isla de La Palma en octubre de 1971 y allí fuimos. Y fue un amor a primera vista.
¿Y qué sintió entonces?
Quedé fascinado por esa impresionante muestra del poder da la Naturaleza. No era lo mismo estudiar los volcanes en libros que analizarlo aquí en vivo. Y eso me llevó a la volcanología de forma total y definitiva, más concretamente al volcanismo de islas oceánicas y, aún más concretamente, al de las Islas Canarias. Acabé mi doctorado, pero ya todos mis esfuerzos fueron dedicados al estudio de los volcanes. Incluso cuando estudiaba muchos otros, lo hacía con el propósito de aprender de ellos para comprender mejor los de Canarias. Y así llevo más de 50 años y los que aún me queden.
Aunque en 1971 estuvo investigando in situ la explosión del Teneguía, tampoco devino este un escenario internacional
En realidad, el Teneguía fue un volcán muy pequeñito, más un entretenimiento que una amenaza aterradora. Incluso la gente del lugar lo tomó como un espectáculo y fue todo un atractivo turístico. Nada parecido a esta otra erupción de 2021, considerablemente más importante y catastrófica, en la que la población de La Palma se percató, con asombro y temor, lo que suponía vivir en una zona de volcanismo activo.
“Los terremotos son, precisamente, uno de los medios más poderosos para la detección temprana de las erupciones volcánicas”
Estamos hablando de la erupción del Tajogaite en La Palma, ¿cómo debería cambiar el enfoque del riesgo vulcanológico en Las Canarias?
Era evidente la necesidad de cambiar totalmente la forma de enfrentarse al riesgo volcánico en Canarias. La institución encargada de esta tarea, el Instituto Geográfico y Catastral mantenía una red sísmica por todo el territorio nacional, pero enfocada a la detección y estudio de los terremotos “continentales”. Como los terremotos no se pueden predecir, sino registrar una vez ocurridos sus parámetros y consecuencias, el interés por los terremotos de las Islas Canarias era muy exiguo y la instrumentación en Canarias muy escasa. Pero los terremotos son, precisamente, uno de los medios más poderosos para la detección temprana de las erupciones volcánicas, única forma de poder garantizar la seguridad de la población mediante la toma de medidas preventivas.
¿Cuál fue su conclusión esencial?
La conclusión esencial y el foco de mis esfuerzos estuvieron encaminados para que el Instituto Geográfico aumentara considerablemente la densidad de su red sísmica en Canarias para el estudio y vigilancia del riesgo volcánico. Debo decir, con satisfacción, que así se hizo, y la prueba de su eficacia se demostró en la erupción de La Palma de 2021, en la que, a pesar de su importancia y duración, se pudo detectar con antelación el evento y proceder a la evacuación preventiva de 8000 personas.
Entonces el riesgo volcánico en Las Canarias está al día con las últimas erupciones en La Palma, pero ¿cree que la prensa trata correctamente estos acontecimientos?
El tratamiento que los medios dan a estos hechos depende en gran medida de la información que dimana de los expertos que manejan la erupción, y ésta de los medios instrumentales y humanos de los que se dispone. Ha sido muy frecuente hasta hace relativamente poco tiempo la difusión por parte de geólogos y geofísicos de noticias exageradas sobre posibles erupciones en las islas ante la ocurrencia de enjambres de microsismos, sin tener en cuenta que es ésta una característica intrínseca de una zona con volcanismo activo. La aparición en los medios locales de falsas alarmas ha sido difundida por los medios internacionales, flaco favor para un archipiélago cuya fuente principal de ingresos es el turismo.
¿Nos podría explicar los detalles de su último proyecto profesional?
Estoy actualmente retirado y me dedico fundamentalmente a la divulgación científica. No obstante, participo activamente en proyectos liderados por colegas españoles y foráneos, como por ejemplo el estudio de la erupción de La Palma de 2021.
“Es muy posible que, por ejemplo, el latín que me enseñaron me haya sido muy útil en aspectos de difícil concreción”
¿Qué relaciones positivas establecería entre sus proyectos profesionales y la formación escolar recibida?
No estoy seguro de esa correlación. Es muy posible que, por ejemplo, el latín que me enseñaron me haya sido muy útil en aspectos de difícil concreción.
Viendo su camino profesional, ¿cómo cree que se debería mejorar el actual sistema de enseñanza?
Sin duda, primando la comprensión sobre la memorización y favoreciendo la práctica sobre la mera teoría.
Bajo una perspectiva utópica, ¿cuál sería su deseo para el futuro de la geología?
Llegar algún día a conocer de tal manera el comportamiento de la Tierra como para predecir y cuantificar sus procesos más relevantes.
Fuente: educational EVIDENCE
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