- Cara a cara
- 18 de junio de 2024
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Víctor M. Guiu: “Yo ya fui un alumno engañado por el sistema”
CARA A CARA CON…
Víctor Manuel Guiu, escritor y profesor
Víctor M. Guiu: “Yo ya fui un alumno engañado por el sistema”
Durante mayo de 2024 recibí un mail de lo más esperanzador. Alguien de Híjar, provincia de Teruel, me había leído y deseaba contactar conmigo ante el descalabro de la enseñanza nacional. Hasta fue tan amable que me mandó su último libro al respecto. Víctor Manuel Guiu Aguilar es de aquellas personas transparentes, sinceras y claras que el mundo necesita para avanzar. Él desarrolló su carrera profesional en el medio rural aragonés como autónomo y técnico de asociaciones de desarrollo local y administraciones públicas. Poeta, escritor y profesor, casi lo tiene todo, hasta una visión crítica de la enseñanza actual con fuertes argumentos.
En ello escribe su columna quincenal llamada el «Feo, fuerte y formal» en el Diario de Teruel. Añadamos su Fotopoema semanal en La Comarca del Bajo Aragón siendo miembro de los grupos de polipoesía en «La Europa del Aborigen» y «Poética Líquida». Pero es que este escritor no se apea aquí, puesto que ha publicado numerosos poemarios como «Rafael Rojo Libanés», «La Europa del Aborigen», «Mágico González» o «Poesía Líquida», entre otros. En los últimos años ha escrito tres libros sarcásticos, o «ensayos somarda», en la editorial Dobleuve. Estos son «Lo rural ha muerto, viva lo rural», «La Globalimbecilización. Mal-tratado breve de filosofía parda» y «Restar llevando. Mal-tratado breve sobre ¿Educación?», este último fue el libro que me envió y que leí ávidamente y con grandes acuerdos. En fin, que Víctor es un “itchy feet”, un culo de mal asiento, dado que hasta aparece en antologías poéticas y de relatos, juntamente con colaboraciones habituales en revistas, periódicos y otros medios on-line. Por lo tanto, no lo pude evitar y le propuse esta entrevista.
Víctor, explícanos los detalles de tus últimos libros
Tanto en el de “La Globalimbecilización” como en el de “Restar llevando”, hablo de la deriva social hacia un concepto que cada vez inunda más nuestra educación, la “globalimbecilización”.
¿Nos están convirtiendo a todos en imbéciles?
A todos no, pero a la mayoría de nuestros alumnos y docentes sí. En los dos libros aparecen numerosas anécdotas relacionadas con esta destrucción de la educación, si es que queda algo de esta hoy en día. Mis editores me propusieron que tenía que escribir algo fácil de leer y que a la gente le pudiese calar, que pudiese enterarse un poco de esas situaciones surrealistas que yo les contaba en nuestras conversaciones.
¿Te refieres a tus experiencias en el aula?
Sí, por ello necesitaba escribir libros que pudieses entender «Agamenon y su porquero», que pudiesen resaltar brevemente y con facilidad el dislate en el que hemos convertido los colegios e institutos, y por qué no decirlo, también las universidades. La sociedad en su conjunto debería reflexionar sobre ello. Muchos otros habéis escrito y trabajáis en profundidad desgranando la mentira pedagogista y sus leyes antieducativas que debemos soportar. Así que estos libros nacen del hartazgo y de la necesidad de abrir los ojos ante el engaño majestuoso de la educación, ante la estafa del pedagogismo.
¿Qué relaciones positivas establecerías entre tus proyectos profesionales y la formación educativa recibida?
Es imposible saber cuándo vas a utilizar un conocimiento que has adquirido en un momento de la vida, de la misma manera que no sabes qué va a ser de ti la semana que viene. Siempre será mejor saber que no saber.
¿Qué les dirías a los expertos que dicen que en secundaria enseñamos demasiadas cosas?
Pues que la cultura se adquiere bebiendo de muchas fuentes, pero que la principal fuente para aquellos que no tienen un entorno adecuado, es la instrucción formal. En una casa con pocos libros y con poco interés por la cultura, difícilmente podrás interesarte por la historia. Relacionar indivisiblemente la cultura y la educación con el trabajo remunerado es un error que viene del concepto neoliberal del mundo que nos han impuesto y que hemos comprado sin rechistar.
Al respecto del actual sistema educativo, y si hubieras pasado por él, ¿habría mejorado o empeorado tu actividad profesional?
La educación ha entrado en barrena, pero lleva devaluándose varias décadas. Yo ya fui un alumno engañado por el sistema. Después de hacer COU entré en la licenciatura de Historia del Arte y habían hiperespecializado aquello. De una licenciatura en la que aprendías las bases de la literatura, la geografía, el latín, la historia, el arte… pasamos a una licenciatura en la cual aprendías arte, pero sin contextualizarlo. De ahí en adelante tenías que buscarte la vida y aprender por tus medios el resto de los ámbitos de las humanidades. Yo ya soy fruto de una generación que sabe mucho menos que la anterior, al menos en el ámbito universitario.
“Hay que acabar con las facultades de Educación tal cual están organizadas. Hay que volver a la didáctica de las especialidades”
¿Por qué razón crees que te ha hecho empeorar?
En mi caso, cuando entré a trabajar como profesor, me vi de un día para otro dando geografía, historia y arte, pero en pocos años tocó dar economía, filosofía, emprendimiento, ámbitos… Me tocó impartir mayor currículo y necesitaba más formación y lecturas para poder capear el temporal, pero ¿qué hace un joven recién licenciado ante ese panorama?
Pues me imagino, que aprender lo que NO le enseñaron en la universidad
Exacto. En mi pueblo decían los viejos: “cuanto más sepas más verás”. Es imposible que empeores sabiendo más. Hay que formar a nuestros futuros docentes en muchas materias y dejarse de brindis al sol que solo benefician a los gurús y a las ocurrencias de las facultades de las mal llamadas Ciencias de la Educación.
Analizando tu camino profesional, ¿cómo crees que se debería mejorar el actual sistema de enseñanza?
Para empezar, hay que acabar con las facultades de Educación tal cual están organizadas. Hay que volver a la didáctica de las especialidades y dejar de indagar en innovaciones que nos conducen a la estupidez. Llevamos desde la LOGSE así, ahora ve y dile a un político que lleva treinta años equivocándose que lo cambie. Van a buscar antes un culpable que una solución. “El camino se acaba, pero el tonto sigue”. O volvemos ya a una educación basada en contenidos, esfuerzo y conceptos como la repetición, la lectura y la escritura o no hay solución. ¿Conoces a algún partido con posibilidad de gobernar que quiera mejorar de verdad el sistema?
No, a ninguno
Pues eso, así estamos. Dios nos coja confesados.
Fuente: educational EVIDENCE
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