• Opinión
  • 20 de diciembre de 2024
  • Sin Comentarios
  • 6 minutos de lectura

Un bachillerato de saldo

Un bachillerato de saldo

Un bachillerato de saldo

愚木混株 Cdd20. / Pixabay

Licencia Creative Commons

 

Xavier Massó

 

Un nuevo atentado contra el conocimiento. La reforma curricular decidida por el Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya, amparándose en la LOMLOE, no es sino un paso más, acaso el definitivo esta vez, en el avanzado proceso de demolición de lo poco que queda de un bachillerato digno de tal nombre: la drástica reducción de las horas comunes asignadas a las materias troncales científicas y su substitución por optativas inanes o descontextualizadas de la más diversa índole, en muchas ocasiones a capricho de la dirección del centro, que liquiden definitivamente la idea de un currículo común y estructurado basado en el conocimiento y en su transmisión.

Y si decimos que no es sino un paso más es porque con anterioridad ya hemos vivido lo mismo con las materias humanísticas. Ahora es el turno de las ciencias. Se impone la reducción horaria de las materias troncales de Física, Química, Biología y Geología. Olvidémonos incluso de los recientes tiempos –curso 2021/2022- en que estas cuatro materias tenían cada una de ellas una dotación horaria de cuatro horas semanales. Desde entonces y con carácter previo al último estropicio que hoy nos ocupa, en 1º de bachillerato había, hay todavía, tres horas semanales de Biología y otras tantas de Geología, así como de Física y de Química –que no de «Física y Química», conviene matizarlo- en 2º de bachillerato. Pues bien, ahora con el nuevo desaguisado perpetrado se fusionan estas cuatro materias en dos, «Fisica y Química» -ahora sí-, por un lado, y «Biología y Geología», por el otro…

Me abstendré de comentar lo que a mi juicio es una decisión de más que dudosa solvencia didáctica y epistemológica, más aun si de un bachillerato encogido a sólo dos años de duración, como el nuestro, estamos hablando –urge perentoriamente alargarlo a como mínimo tres años-, pero es que además resulta que la anunciada «fusión» en cadena lleva «regalo» incorporado: tres horas semanales para la nueva materia de «Biología y Geología», y tres más para la de «Física y Química». No sé qué tal andarán de aritmética elemental los eximios planificadores curriculares catalanes, pero a mí me da que se han cargado la mitad de las horas que estas cuatro materias, ahora dos, tenían asignadas.

Y resulta además que con esta nueva rebaja de «todo a cien», Cataluña será, con ventaja, la comunidad autónoma con menos horas de materias científicas en bachillerato –mejor que no hablemos de la ESO, convertida en una auténtica jungla «orientativa» a costa de las materias con contenidos-. Sería insultar la inteligencia del lector describir las consecuencias de semejante estropicio. Son evidentes en sí mismas.

El Departament aduce que aplica esta medida a requerimiento del Ministerio para adecuarse a los deslavazados currículos LOMLOE. Puede que sea así, pero entonces, ¿cómo ante tanto celo LOMLOÍSTA sigue incumpliendo esta ley en las convocatorias de oposiciones docentes, cuyas pruebas de contenidos de la especialidad están aún más minimizadas en Cataluña que en lo prescrito por dicha ley? Siempre, por cierto, en favor de las «memorísticas» pruebas de doctrina pedagogista, que no hay más remedio que memorizar como un loro porque nadie las comprende.  Entiéndaseme, si nadie las comprende es porque no hay nada que comprender en esta jerga humosa que ha convertido la pedagogía en bazofia doctrinaria.

Y la verdad es que lo tenían bien fácil si se querían ahorrar el bochorno en que están incurriendo. Bastaba con anunciar que, por imperativo legal, se fusionaban a su pesar tales materias, pero que nadie se preocupe, porque la dotación horaria seguiría siendo la misma incorporando a cada una las correspondientes optativas de forma obligatoria y con el mismo currículo troncal integrada; algo para lo cual tienen las atribuciones legales. Pero no, nada de esto se ha dicho.

Total, si se están impartiendo cursos de formación docente de psicología astrológica y el modelo educativo está basado en planteamientos pseudocientíficos, mejor que las optativas que cada centro ofrezca sean acordes al espíritu, ya que no del todo a la letra, de la ley. Y que nadie se preocupe por la Selectividad, que ya la pondrán (aún) más fácil: es una prueba que valora conocimientos y esto no puede ser: es meritocracia, y la meritocracia es antidemocrática, clasista y discriminatoria.

Pues eso, un bachillerato de saldo por cierre del negocio.


Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *