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  • 30 de abril de 2024
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Retratos de una tertulia: Pombo

Retratos de una tertulia: Pombo

Retratos de una tertulia: Pombo

El término plebeyo referido a Madrid (utilizado por d´Ors de forma epigramática) aclara uno de los rasgos de aquella tertulia, que dio cabida a personajes de muy variada catadura

“La tertulia del Café de Pombo”, de Gutiérrez Solana. Imagen: https://www.museoreinasofia.es/coleccion/obra/tertulia-cafe-pombo

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Eduardo Alaminos

 

Sin duda el cuadro de José Gutiérrez Solana, La tertulia del Café de Pombo (Museo Reina Sofía) es el documento gráfico más importante sobre ella. Se puede afirmar que esta obra ha trascendido su propio ámbito, el de la tertulia creada por Ramón Gómez de la Serna, convirtiéndose en una imagen que retrata toda una época, la de un cierto Madrid inconformista, en el primer tercio del siglo XX. “Templo y palestra” y ámbito de “efervescente atmósfera de inconformismo estético” se ha escrito sobre ella (Domingo Ródenas de Moya. El orden del azar. Guillermo de Torre entre los Borges, 2023).

El nacimiento de la tertulia de Pombo, en 1915, fue acompañado por el lanzamiento de una Primera Proclama, editada como pliego suelto (730 x 535 mm.) (hay edición facsimilar publicada por Poesía. Revista de información poética, nº 3, 1978) que podemos considerar a la vez como un manifiesto (tan habituales en el ámbito de las vanguardias artísticas y literarias de aquellos años), como un acta notarial de su apertura y existencia e incluso como un avance de la estructura que tendrían los dos libros que Ramón, su creador, dedicó a ella: Pombo (1918) y La sagrada cripta de Pombo (1924).

En el anverso, la Proclama se abría con una sintética imagen, un dibujo a línea y tintas planas de Salvador Bartolozzi en el que efigiaba a once tertulianos sentados y tocados con sombreros de copa, y a un camarero, de pie, con un gran espejo a sus espaldas en el que se refleja a base de puntos un fragmento de una lámpara de gas del Café y otras formas de difícil identificación. Esta imagen, la primera de la tertulia, hace de pórtico al texto dirigido a un tal Sr. D… que firmaba Ramón. En esta cara también se incluía una reproducción del cuadro de Antonio Gisbert, Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga (1888) (Museo del Prado), en clara alusión al liberalismo y heroicidad de la tertulia que refrendaría Ortega y Gasset posteriormente en un famoso discurso (“son ustedes la última generación liberal”), y, finalmente, una orla tipográfica con el nombre de los fundadores: Manuel Abril, Salvador Bartolozzi, José Bergamín, Rafael Bergamín, Tomás Borrás, Rafael Cansinos-Assens, José Gutiérrez Solana, Ramón Gómez de la Serna, Gustavo Maeztu, Diego Mª Rivera, Rafael Romero Calvet y José Cerezo (“camarero de nuestra capilla”), once nombres como en el dibujo de Bartolozzi.

En el reverso de la hoja, se incluían una tarjeta de Ramón con su “silueta monográmatica”, así la definió el propio Ramón, que le hizo el escultor Julio Antonio, y dos referencias de lugar y tiempo: “Sábados /noche” y “Antiguo café y botillería de Pombo”; el Ex-libris confeccionado por el arquitecto Rafael Bergamín, un dibujo de la lámpara pombiana en forma de lira que se convertiría en el logotipo del Café al que Alfonso Reyes calificó de “dibujo sutilizado de la araña de gas” y que Ramón incluiría como membrete en la cabecera de sus cartas. Por último, precediendo al pie de imprenta, un aviso en el que leemos: “Sobre este Pombo nuestro han dicho bellas palabras COLOMBINE en el Heraldo y XENIUS en ´La Veu´”.

Estas dos referencias literarias (pues lo literario también contribuyó a formar la imagen de la tertulia pombiana) podemos considerarlas, junto con las imágenes y los textos de la propia Proclama, como los primeros retratos literarios que se escribieron sobre Pombo. Empezaré por el de Eugenio d´Ors, titulado “Epigrama del Pombo”, publicado en La Veu de Catalunya el 16 de junio de 1915, núm. 5.790, pg. 1, edició del Matí.

Como ha señalado Andreu Navarra  “en Madrid, d´Ors no se perdía tertulia, fiesta ni conmemoración (…) se le pudo ver con frecuencia en la tertulias del movimiento ultraísta (….) y era también asiduo de la fundamental tertulia de Pombo, donde era muy respetado” (La escritura y el poder. Vida y ambiciones de Eugenio d´Ors  [2018]). De la glosa de d´Ors en La Veu de Catalunya me interesa destacar varias imágenes: la primera, aquella en la que d´Ors retrata al Pombo nocturno, el de las once de la noche, como “una perla sostenida por un sombrío lazo romántico en el bello cuello plebeyo y agitado de Madrid”. Xavier Pla al comentar la glosa dorsiana concluye que “Pombo, la perla de Madrid, estaba para ser vista y mostrada, hasta para ‘sudarla’, para que, en definitiva pudiera brillar delicada y suavemente cada noche” (“De Ramón a Eugenio, de Buenos Aires a Madrid. Unas cartas inéditas, Revista de Occidente, nº 481, 2021). Así pues frente a otros Cafés que d´Ors consideraba como diamantes, Pombo lo concebía como una perla, pero no debemos olvidar que el término perla pude utilizarse también de forma irónica.

El término plebeyo referido a Madrid (utilizado aquí por d´Ors de forma epigramática) aclara uno de los rasgos de aquella tertulia, que dio cabida a personajes de muy variada catadura, frente, por ejemplo, a la limitada y elitista tertulia de la Revista de Occidente, creada por Ortega y Gasset, y estudiada recientemente por Juan Manuel Bonet, Fernando R. Lafuente y Fernando Castillo (Catálogo de la exposición Revista de Occidente o la modernidad española [2023]). D´Ors percibió la tertulia pombiana como un foco de agitación respecto de aquel contexto cultural que Ramón denunciaba al comienzo de la Proclama: “todo es cada vez más torpe, más trabado, más insidioso y más retardatario”. Considerada la tertulia como un ser colectivo, lo plebeyo, o si se prefiere lo castizo, lo asociaba a ciertos rasgos románticos, dos ejes que Ramón supo conciliar admirablemente, engarzándolos sin solución de continuidad, con otros atributos del XIX, lo popular, la defensa de la modernidad y la exaltación de lo nuevo.

La segunda imagen dorsiana, y esta me parece quizá más interesante aún como conceptualización de la tertulia, es el considerar que Pombo se asemeja “al color de cierta vitrina, llena igualmente de recuerdos románticos, en un museo de París, el Carnavalet”. Mas esta perla romántica de París –añade– está recluida y demasiado guardada”. ¿Por qué cita d´Ors, este Museo? El Museo Carnavalet (inaugurado en 1882) nació por indicación del barón Haussmann un año antes de acometer su amplísima reforma urbanística (1865) que inauguraría el París moderno. El museo iba a recoger todos los vestigios que la reforma haría desaparecer inexorablemente.

La sagrada cripta de Pombo fue considerada así por d´Ors como el Carnavalet de las tertulias, salvo que menos recatado por el carácter de la ciudad, Madrid. Siendo así, los dos libros que Ramón le dedicó podríamos visualizarlos como vitrinas cargadas de recuerdos, testimonios y anécdotas.


Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons

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