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  • 10 de diciembre de 2025
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Mundo y lente: «Escenarios», de Toni Sala

Mundo y lente: «Escenarios», de Toni Sala

Detalle de la portada del libro de Toni Sala, Escenaris / L’Altra Editorial

 

Licencia Creative Commons

 

Andreu Navarra

 

De la misma manera que no ganamos nada, y en cambio perdimos mucho, cuando cierta izquierda se divorció del humor, y aquel terreno empezó a explotarlo la extrema derecha y la conspiranoia obediente, sí hemos ganado un mundo nuevo cuando los escritores han decidido recuperar la risa como motor de la subversión y hemos podido, finalmente, volver a respirar y leer literatura libre en lugar de tesis ramplonas. Una novela que acaba de editar Males Herbes, Series boja si no ho fessis, de Mara Faye Lethem, la historia de una mujer embarazada que está hasta los ovarios de sermones moralistas y se convierte en una asesina en serie autoliberada, una contraimagen de Patrick Bateman en un mundo en el que los Patrick Batemans siguen tristemente en expansión, sin que el fanatismo de la izquierda iliberal malhumorada les haga ni siquiera cosquillas, también apunta hacia esa dirección la que ha emprendido Toni Sala en esta novela ambiciosa y descarnada que no tiene ningún miedo a la hora de poner el dedo en la llaga de la Catalunya actual.

Estamos lejos de los años donde Pere Marín (1998) o Rodalies (2004) sacudían el pensamiento ortodoxo de la Catalunyeta biempensante, ahora Toni Sala es capaz de programar novelas tan ambiciosas como las de Francesc Serés. Además, parece estar consolidándose la escuela del ‘Realismo Sincero’ que se ha ido desarrollando en Girona con Ponç Puigdevall, Damià Bardera, Anna Carreras Aubets o Jordi Dausà, mientras la capital continuaba hundiéndose progresivamente en el discurso anodino y la insignificancia literaria. Girona revienta el mundo y Barcelona intenta pactar con demasiadas tonterías postideológicas, he aquí lo que pienso.

Por tanto, las historias trenzadas que nos presenta Toni Sala les harán reír y pensar en qué tipo de país vivimos. Para encontrar un equivalente estilístico y también con cierta afinidad temática, quizá deberíamos ir a buscar Farándula, de Marta Sanz (Anagrama, 2015), también muy cargada de potencia esperpéntica y verdad expresionista del mundo de la escena en Madrid. Una perspectiva sobre los actores y el teatro que conduce a Sala a atreverse (¡por fin!) a escribir verdades sobre la realidad cultural propia, que necesita abandonar el chupete y el biberón. Había que decir cosas como ésta: «Los teatros de Barcelona están llenos de autores tirillas, reparen en ello algún día. Por eso le falta ambición. Mejor dicho, en Barcelona los actores son tirillas porque el teatro que allí se hace no tiene ambición. Los encoge y es un pez que se muerde la cola. Un teatro sin autores grandes es un teatro sin grandes actores. Barcelona es una máquina de igualar a la baja, una máquina teatral de castrar”. Aquí el protagonista se suelta, pero es cierto que en Barcelona la literatura se ahoga entre la pequeñez pequeñoburguesa de siempre y su sucedáneo con mala conciencia del pseudoleninismo sin neuronas ni lecturas de Marx que ya va cansando y que ya vamos, afortunadamente, superando.

Este nihilismo gerundense es mucho más sano que la conveniencia correcta y cívica que se respira en la capital. En Escenaris (L’Alta Editorial) late el Puigcerdà real, en una Cataluña real con gente obesa, enfermos mentales traumatizados por el fin del Proceso, soledad, individualismo, hospitales infernales, guionistas depresivas, una Barcelona distópica, jóvenes emos con la cabeza llena de turbulencias postruistas donde un subproducto-basura como la saga Malicious puede hacer ganar millones y espíritu delicado lo tiene realmente crudo para sobrevivir.

Necesitamos más obras como ésta: irreverente, divertida, sabia, cruel, y a la vez expresionista, exagerada y real. Los escritores los tenemos, pero ¿está preparada nuestra sociedad? ¿Aguantará el espejo? El accidente de coche de un actor en crisis despliega un abanico de historias humanas que se desarrollan entre la lente esperpéntica y la verdad social más familiar, en una obra integral, completa, que querrá pervivir con uñas y dientes, porque está escrita con uñas y dientes y sangre, donde pueden convivir la ternura con el humor más negro.


Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons

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