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  • 20 de junio de 2024
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Manel Alías: “Es necesario que los maestros y profesores sean también buenos comunicadores”

Manel Alías: “Es necesario que los maestros y profesores sean también buenos comunicadores”

CARA A CARA CON…

Manel Alias, periodista

Manel Alías: “Es necesario que los maestros y profesores sean también buenos comunicadores”

Manel Alías, periodista

Licencia Creative Commons

 

David Rabadà

 

La primera vez que hablamos en persona fue en el Instituto Olorda de Sant Feliu de Llobregat. Manel Alías Tort, periodista de TV3 y Catalunya Ràdio, estaba cubriendo las noticias de educación y hete aquí que un docente y un periodista se encontraron en el año 2013. Y la verdad, una excepción en el mundo de los redactores de contenidos, se hacía evidente que Manel era de los pocos periodistas que todavía quedan, de los especialistas en educación.

De voz reflexiva y pausada, dialogaba como quien camina por la nieve para no dejar demasiadas huellas. Este talante creo que le fue muy útil cuando meses más tarde, aceptó hacer de corresponsal en Rusia y le perdí la pista. Ahora tengo y he leído un libro irrepetible que surgió de su experiencia como corresponsal y de la propia realidad soviética. Estamos hablando de la narrativa de viajes,  ‘Rússia, l’escenari més gran del món’ (2021).

 

¿Me podrías explicar los detalles de tu último proyecto profesional?

Actualmente estoy centrado en el Catalunya Nit, el informativo diario nocturno de Catalunya Ràdio. Todos los días, a las 22:00h, explicamos en directo las noticias más importantes del día y las que ocuparán también titulares el día siguiente.

¿Al mejor estilo de quien nos dejó hace un tiempo, Joan Barril? ¿La Radio tranquila?

Sí, lo hacemos de forma relajada, pensada, con el máximo rigor, mirada propia y pensando siempre en lo que creemos que debe ser un buen servicio público.

¿Qué relaciones positivas establecerías entre tus proyectos profesionales y la formación educativa que recibiste?

Yo estoy muy agradecido a la formación que recibí. Represento a aquellas personas que teniendo un padre que dejó de asistir a la escuela en plena adolescencia, a los 14 años, para ir a trabajar a una fábrica y después a la mina, me licencié en la Universidad. Esto ya dice mucho de esa nuestra sociedad.

¿Todo un sueño dada aquella situación?

Sí, pero no sólo eso. Mi madre fue maestra. Por tanto, desde pequeño, he tenido una relación directa con el mundo educativo. Primero la escuela, después el instituto y, finalmente, la universidad, que me ofrecieron la posibilidad de formarme bien y yo no estuve quizás del todo al caso.

¿Qué quieres decirme?

Fui yo que, consciente o inconscientemente, no le saqué todo el rendimiento a la Universidad. Estuve más pendiente de aprobar que de aprender. Pero la responsabilidad fue mía. Siempre he arrastrado esa carencia de la que me responsabilizo.

¿Y cómo te decidiste por el periodismo?

La profesión que he escogido es de esas que permite suplir determinadas carencias con las aptitudes personales, por ejemplo, comunicativas. Yo estudié Comunicación Audiovisual en la UAB, de 1995 a 1999. Ofrecía unos conocimientos básicos, generalistas, pero en aquellos momentos sentía que me hubieran ido bien un par de cursos para especializarme en alguna disciplina.

¿Historia? ¿Geografía?

No sé, pero esa sensación tenía razón de ser y saber.

Al respecto del actual sistema educativo, si te hubieras formado en él, ¿habría esto hecho mejorar o empeorar tu actividad profesional?

Se me hace difícil de decir porque tanto la sociedad como mi profesión han cambiado muchísimo. Yo, por desgracia, no tuve en la escuela ni a un compañero o compañera de otro país. No hubo ni uno. Y en cuanto a mi profesión, cuando yo entré en la universidad para estudiar Comunicación Audiovisual, por ejemplo, yo nunca había grabado un vídeo. Nunca.

“Yo nunca he entendido si saber hacer una raíz cuadrada era importante o no. La sabía hacer para aprobar”

¿Por qué?

Porque en mi casa nunca habíamos tenido una videocámara y no existían los teléfonos móviles. Si dejamos estos elementos aparte, la sensación que tengo es que antes la exigencia quizás era más alta, pero en cambio no sabíamos verle mucho la utilidad a algunas de las cosas que estudiábamos. Posiblemente, este último aspecto ha mejorado ahora.

¿Qué te hubiera mejorado en educación?

Creo que hubiera mejorado al tomar conciencia sobre los «porqué». Yo nunca he entendido si saber hacer una raíz cuadrada era importante o no. La sabía hacer para aprobar. Sin la raíz cuadrada, no tendría vacaciones de verano, entonces la hacía. Pero nunca he sabido qué aplicación podía tener, por qué era importante saber hacerlo. Ahora bien, la sensación que tenía era que los conocimientos servían para aprobar exámenes. No era consciente de las aplicaciones prácticas. Espero que esto haya cambiado en la actualidad.

Te puedo asegurar que mucho, Manel, pero viendo tu trayectoria profesional, ¿cómo crees que debería mejorarse el actual sistema de enseñanza?

Creo que ocurría antes y seguramente también ocurre ahora. Si miras los planes de estudios, los currículos están bastante bien. Es decir, si toda la sociedad supiera lo que se supone que sabe un alumno de segundo de bachillerato si miras todo lo que en teoría ha aprendido en primaria y secundaria, no está mal. El problema es garantizar que aquellos supuestos conocimientos se hayan alcanzado profunda y duraderamente. Creo que lo importante es que los docentes sean capaces de transmitir el porqué. Y el primer porqué es por qué es importante que aprendas esto que ahora te contaré. Para conseguir esto es necesario que los maestros y profesores sean también buenos comunicadores.

Y en esto estamos

Sí, tú y yo.


Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons

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