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- 12 de mayo de 2025
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La casa

La casa

Materia parlante: La casa, de Julien Gracq
Julien Gracq (1910-2007) se llamaba en realidad Louis Poirier, y era historiador y profesor. Cuando publicó En el castillo de Argol (1938), André Breton dijo de ella que era la primera novela surrealista. Hay aquí algún tipo de misterio, porque Nadja es de 1928… ¿La consideraba más bien una especie de autobiografía? Entre 1941 y 1942, el señor Poirier tomaba cada semana un autobús para trasladarse a Angers desde la población de Sant-Florent-le-Vieil, para enseñar en un liceo y quedarse a dormir en casa de su hermana. La casa, un texto inédito de Gracq recién descubierto, es una poetización de esos trayectos reales, se calcula que escrita entre 1946 y 1951. Gracq no lo había pasado precisamente bien en ese momento: en 1939 fue reclutado para luchar en la Segunda Guerra Mundial; en 1940 fue capturado por los alemanes y podría no haberlo contado: hasta 1941 fue prisionero en un lugar llamado Elsterhost, en Silesia.
El terror a los Cazadores Negros de las SS que merodeaban por los bosques está muy presente en esta narración alegórica que no es precisamente una bagatela. Hay dos cosas inmediatas que decir cuando el lector se adentra (se adentra, nunca mejor dicho) en esta nouvelle estática y hierática, dedicada a la respiración de un bosque: el virtuosismo de Gracq y su deuda literaria con el Romanticismo, concretamente con Poe.
En La casa, el agua y los árboles hablan, las piedras gritan su edad y se produce un encuentro casual elevado a una categoría metafísica. Todo aquí es misterio y exploración, en La casa no ocurre estrictamente nada: todo se produce en la mente de un viajante sin contexto y sin distracciones, en un ejercicio de psicología y sensibilidad alegórica.
André Breton era mucho mayor que Gracq; había nacido en 1896. Louis Aragon solo era un año más joven que Breton; Eluard un año mayor. Drieu La Rochelle, escritor filonazi, había nacido en 1893. Por lo tanto, difícilmente podríamos colocar a nuestro narrador dentro de la generación surrealista estricta: más bien parece que lo que hizo Gracq fue proyectar las sombras freudianas y el neorromanticismo de los mejores surrealistas sobre la narrativa de la inmediata postguerra, logrando construir un mundo propio de un valor absoluto. Gracq era un escritor único, un pájaro solitario, inclasificable o, mejor dicho, clasificable únicamente según sus propios criterios.
En su “Epílogo”, Vanesa García nos explica que “la mirada de los héroes masculinos de la narrativa gracquiana es una mirada expectante y cautiva del deseo, una mirada que, inmersa en un continuo suspense, se aguza para desentrañar “el infinito poder de sugestión emboscado en las cosas” y así obtener, cuando menos, un vislumbre de la mujer anhelada, siempre lejana, inalcanzable, fría”; neomedievalismo en vena.
Pero no es esa mirada anhelante y siempre en guardia la protagonista del relato, sino la materia en proceso de pudrición que condiciona todo lo que ocurre bajo la lluvia en este relato inquietante, de corte curiosamente clásico. Porque esa es la habilidad de Gracq, que acababa de publicar su segunda novela, Un bello tenebroso (1945), y que estaba escribiendo la tercera, La orilla de las Sirtes (1951). Julien Gracq escribía despacio, y no se abandonaba a ningún automatismo, más bien era cerebral como un ebanista barroco.
Nadja es un texto más bien opuesto a la prosa de Gracq. Breton deseaba licuar su prosa para imitar los flujos urbanos. La pasión inexplicable se desataba en las calles y las aceras de Nantes y París. En cambio, lo que investiga Gracq es la simbiosis con una naturaleza extraña y lo que se exploran son los interiores turbados. Breton es mucho más teatral, más externo, más espectacular. En La casa nos hablan los troncos retorcidos de un bosque y la piedra incomprensible de una nueva Casa Usher. El texto es breve pero el asunto concluye en su momento culminante, y por lo tanto es un círculo cerrado. La casa es una excelente puerta de entrada a su particular mundo literario.
Título: «La casa».
Autores: Julien Gracq (Traducción de Vanesa García Cazorla)
ISBN: 978-84-18838-99-6
Editorial: Periférica
Idioma: Castellano
Número de páginas: 60
Fecha de publicación: marzo de 2024
Fuente: educational EVIDENCE
Derechos: Creative Commons