- Cara a cara
- 4 de septiembre de 2024
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Joaquim Pijoan: “El trastorno esquizoide me giró la vida como un calcetín”
CARA A CARA CON
Joaquim Pijoan, pintor y escritor. Premio Sant Jordi
Joaquim Pijoan: “El trastorno esquizoide me giró la vida como un calcetín”
Con este Premio Sant Jordi de las letras catalanas, con “Quim”, coincidimos codo con codo durante una tarde de Sant Jordi firmando libros en la Plaza Catalunya a finales de los noventa. Los ratos sin lectores, sin hacer cola, largos, nos regalaron grandes conversaciones, lentas, que surgieron ese día entre desgarros y manos a la obra. No sé exactamente cómo pasó, pero a partir de entonces, y cada trimestre, compartimos una comida y continuamos nuestra especial tertulia, donde no arreglamos nada por fuera, pero se nos arreglan algunas cosas por dentro.
Joaquim Pijoan i Arbocer (Santa Cristina d’Aro, Baix Empordà, 1948) es un pintor y escritor tranquilo y convulsivo, pero mucho más tranquilo que convulsivo. Cada mañana escribe, cada noche dibuja, con algunas excepciones claro está. Su primera obra literaria publicada fue Somni (1983) donde dio el gran salto al gran público. Premio Documenta (1982), en 1987 se incorporó al grupo ‘Salt al Buit’, con Carles Piqueras, Antoni Cerdan y Pere Vilaldama, para realizar diversas exposiciones de pintura y dibujo. Pero la literatura de letraherido debía irrumpir de nuevo en él y así alcanzó el Premio Sant Jordi en 2006 con la narrativa Sayonara Barcelona (2007). Siguieron Amor a Venècia (2007), una novela para saborear lentamente, mirando los rodales descritos por donde se pasea tanto el autor como el protagonista, un indeciso que ante su pasado ve incierto el presente y aún más el futuro, tal vez, y en parte, el propio autor se desnuda. Él, una tristeza errante, vive desengañado de todo y de todos. Joaquín nos regala aquí un viaje que se convierte en la búsqueda sobre la esencia de la vida, de la muerte y del amor.
Actualmente los diarios de Pijoan están construyendo una excelente trilogía que va viendo la luz en los libros Tempus Fugit (2016), El Jardí de les Delícies (2017) y finalmente, Retrat del Jove Skizo (2022). Ahora bien, y pese a su depurada escritura, yo diría que heredera de Pla, y él me lo reconoce, Joaquim no tiene freno. Desde 2015 forma parte del proyecto ‘De Capçalera’, que tiene como objetivo potenciar el vínculo existente entre los escritores catalanes (con un prestigio y una trayectoria consolidados) y las bibliotecas públicas catalanas para establecer colaboraciones más estrechas entre ambos. Pijoan se vincula a la Biblioteca Baldiri i Reixac de su población natal, Santa Cristina d’Aro. Pero el origen de su paso a la creatividad literaria no lo encontrarán en esta esquelética y atrasada introducción biográfica, al contrario, lo verán escuchando sus generosas respuestas. Él, lento de palabra, pero empeñado de mente, le saciará con su vida cinematográfica, al menos para un Clint Eastwood de las últimas películas.
Tu biografía siempre me ha impresionado Joaquín
Mi biografía es extensa, en tiempos, 76 años, pero muy breve en lo que a estudios se refiere, ya que sólo hice los primarios y elementales, en la década de 1950-60. Con el Certificado de Estudios Primarios, a los 14 años ya podías trabajar, aprendiendo en cualquier oficio, en los trabajos agrícolas, si eras de familia campesina.
De origen humilde y sin formación, pero premio Sant Jordi de las letras catalanas. ¿Cómo se come esto?
Dejémoslo estar.
¿Dejémoslo estar?
Con muchos libros en casa y leyendo muchos.
¿En aquella juventud tuviste uno de los primeros supermercados en la Vall d’Aro?
Sí, la familia, como era mi caso, tenía un pequeño negocio basado en comprar a 3 y vender a 4. Y yo tenía cierta facilidad para los idiomas mientras empezaba el turismo por nuestras tierras.
Y aparte del catalán y el castellano, ¿qué más hablas?
Medio hablo francés, inglés e italiano.
¿Y japonés?
Esto mi mujer que es de allí.
¿Qué provocó que un joven hijo de tenderos se transformara en un futuro brillante escritor?
Por azares de la vida, esta vida tan pragmática y elemental, se interrumpió, a los 25 años, a causa de un inesperado trastorno mental grave, que resultó crónico, y me obligó a cambiar de trabajo, de aires, y de forma de vida. El trastorno esquizoide me giró la vida como un calcetín.
¿Y cómo fue cociéndose el actual escritor?
Como resultado de la enfermedad empecé a escribir, un diario personal, recomendado por los psiquiatras que me diagnosticaron y trataron con electroshocks. También me recomendaron actividades de tipo estético y vida al aire libre.
¿Cómo por ejemplo?
Empecé a pintar au plein air, por decirlo a la francesa, convirtiendo el valle de Aro natal en un iniciático Barbizon. De ahí salté al mundo urbano, la gran ciudad me atraía, por razones de recibir una cierta educación artística, llenar lagunas personales de cariz existencial, y adentrarme en una aventura, pintura y literatura, que todavía continúa.
Pero ¿cómo sometes la esquizofrenia latente y lacerante de tu interior?
A pesar de mi avanzada edad, debo vivir con los efectos secundarios del tratamiento farmacológico, neurolépticos y derivados, y que debo continuar si no quiero repetir las crisis delirantes de los primeros tiempos del trastorno. Con el tiempo, y una buena psicoterapia, ¿he logrado saber convivir con la enfermedad, y llevar a cabo lo que creo que será mi último trabajo literario, la obra de toda una vida, mi Diario de SKIZO, 1980-202? .
¿Qué relación dirías que conecta tu éxito profesional con la educación recibida?
De mi escasa formación educativa, y la posterior evolución profesional y existencial, enfermedad en primer término, actividades artísticas a continuación, destacaría los siguientes puntos, que creo esenciales. Una capacidad de trabajo alcanzado a base de dedicación y esfuerzo desde la más tierna infancia.
¿Y la religión católica?
Era la norma, tanto en la enseñanza escolar como en el ambiente familiar vivía una especie de fe religiosa, difícil de explicar en pocas palabras, que ha pasado por muy diversas etapas, desde el iniciático, aprender como un loro el catecismo de la época, hasta una fe madura, alcanzada a través de todo tipo de probaturas heréticas, tiempos de dudas y revelaciones, pasando por el ateísmo más radical y primario, y al borde del abismo suicida más de una vez.
¿El camino de la fe y el saber ha sido un largo camino hacia el ateísmo culto?
Hombre, quizás sí, pero en mi caso, y por las causas patológicas expuestas, es poco adecuado aventurar qué habría pasado si en vez de una educación en el nacionalcatolicismo de la época hubiera tenido la libertad del sálvese quien pueda actual. Especular con estos extremos sería como poner agua en una cesta.
¿Qué pasaría hoy en día si fueras un adolescente?
Por las conversaciones que tengo con los psiquiatras que me siguen tratando, y que me consideran un “enfermo de éxito”, los adolescentes actuales, y los jóvenes, lo tienen más difícil ya que caen, algunos, en lo que llaman trastorno dual. Y aquí no saben, los propios médicos, si la enfermedad los lleva a la droga, o a la inversa, la droga es la causa del trastorno mental. No estoy capacitado para entrar en detalles de este panorama tan complejo.
¿Dónde crees que debe cambiar la educación vigente para mejorar los conocimientos y cultura contrastada?
Quizás, los hábitos rutinarios y memorísticos, repetitivos, un orden en la vida escolar, quizás excesivo antes, hoy un rara avis, y continuado y reforzado en la vida familiar, creo que ayudarían a muchos adolescentes a encontrar en la cultura del esfuerzo, lo que los japoneses llaman el ikigai, su razón de ser en el mundo, y de vivir la vida con una cierta armonía contigo mismo. Y todo esto al margen del éxito o el fracaso mundano obtenido.
No parece fácil
Sin embargo, estamos en este mundo para intentarlo.
Fuente: educational EVIDENCE
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