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- 7 de noviembre de 2024
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Esther Vera: “No he hecho nada sin esfuerzo”
CARA A CARA CON
Esther Vera y García, periodista y politóloga, directora del diario Ara
Esther Vera: “No he hecho nada sin esfuerzo”
Ser directora del diario Ara desde el año 2016 es un gran reto en un mundo, el periodístico, bastante lleno de testosterona. Esther Vera estudió ciencias políticas y periodismo para después dedicarse durante muchos años a la información internacional. De esta forma se convirtió en corresponsal en París y Washington, para posteriormente trabajar en la radio, en la televisión y en la prensa escrita.
¿Cómo descubriste tu pasión por el periodismo?
Me ha gustado siempre leer diarios y contar las cosas. Era la típica que llevaba la revista de los campamentos de verano o de la escuela. En fin, me gusta leer y escribir y creo que lo que busco es intentar comprender.
¿Qué crees que debería ser más importante en tu trabajo? ¿La vocación o la profesión?
Solo la vocación no sostiene una carrera de más de treinta años. Pero sin pasión por el oficio tampoco se va muy lejos. Es un equilibrio entre profesionalidad y pasión por el trabajo. No son términos excluyentes.
“Me ha gustado siempre leer diarios y contar las cosas. Era la típica que llevaba la revista de los campamentos de verano o de la escuela”
Has logrado ser una de las pocas mujeres dirigiendo un diario, casi la única en Cataluña. ¿Qué te inspira la palabra esfuerzo?
No he hecho nada sin esfuerzo. Probablemente lo aprendí en una familia trabajadora con padres y hermanos que tenían el esfuerzo y la cultura como los motores vitales.
El pasado día 12 de septiembre presentaste el último libro de Gregorio Luri, Prohibido Repetir, que habla mucho de los errores educativos en nuestro país. ¿Cómo llegaste a conocer a Gregorio?
Es una historia preciosa. Compartimos una ausencia profunda. Nos encontramos profesionalmente porque yo quería que alguien con su libertad y rigor intelectual escribiera en el periódico. En una comida formal nos dimos cuenta de que mi hermana Ilia había sido también su amiga. Nos dimos cuenta en una conversación formal que acabó en un cálido y gigante abrazo.
Si tuvieras que definir a Gregorio con dos adjetivos, ¿cuáles serían?
Rigor y valentía intelectual.
Durante tu carrera profesional has estado en distintos países. ¿En cuál te hubieras quedado más tiempo? ¿Por qué?
En todas partes se aprenden cosas. Rusia me entusiasma. Pero una cosa es ir de vacaciones o temporadas, y otra a vivir y trabajar. Mi ideal de equilibrio vital es Europa, pero en las grandes ciudades norteamericanas del Este también estaría encantada.
¿Qué relaciones positivas establecerías entre tu éxito profesional y tu formación educativa en la escuela y el instituto?
No fui a escuelas de élite, pero aprendí algunas cosas y a respetar a los demás. Vivíamos en Badalona y me ayudaron a entender el mundo. Sobre todo aprendí en casa, donde la curiosidad era infinita y donde aprender era una forma de vivir y de encontrar sentido a la vida.
“Podemos acompañar, poner el foco y abrir debates, pero cuando se cierra la puerta del aula para llenarla de alegría, se pierde el saber, y aquí ya no podemos hacer nada”
Respecto del actual sistema educativo, y si hubieras estado formada en él, ¿habría hecho esto mejorar o empeorar tu presente profesional? ¿Por qué?
Pues no sé. Depende de la escuela y de los maestros, que finalmente son lo importante. Si encuentras a un profesor que te traslada la pasión por aprender estás salvado. En las escuelas donde fui era básico trabajar y memorizar como una forma de poner escalones en el conocimiento bajo un orden y disciplina. Desgraciadamente soy algo pesimista con la situación educativa actual. He aquí que me hubiera gustado mucho llevar a mi hija a la escuela pública, pero no confío en que le pueda trasladar grandes volúmenes de conocimientos.
¿Cómo crees personalmente que el periodismo debería contribuir a la mejora del actual sistema de enseñanza? ¿Y cómo la enseñanza debería contribuir a formar mentes críticas que valoren la importancia democrática de una prensa rigurosa y libre?
Nuestra parte es exigir calidad, rigor y medios a las administraciones y formación, dedicación y responsabilidad al profesorado. Podemos acompañar, poner el foco y abrir debates, pero cuando se cierra la puerta del aula para llenarla de alegría, se pierde el saber, y aquí ya no podemos hacer nada.
Fuente: educational EVIDENCE
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