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  • 15 de noviembre de 2024
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Civilización artificial

Civilización artificial

Civilización artificial

Sabiduría o sustitución: el dilema humano ante la IA

Arpa Editores

Licencia Creative Commons

 

Andreu Navarra

 

IA: Europa ha de hacer los deberes

En Arpa, José María Lassalle ya había publicado dos libros muy valiosos que exponían situaciones completadas en su nuevo libro, Civilización artificial:  el importantísimo e inspirador Ciberleviatán. El colapso de la democracia liberal frente a la revolución digital (2019), publicado antes de la Pandemia, y El liberalismo herido. Reivindicación de la libertad frente a la nostalgia del autoritarismo (2021). Lassalle, escritor, consultor, profesor universitario y ex diputado del Partido Popular, es especialmente hábil a la hora de forjar y consolidar conceptos claros y ordenadores: en 2019 fueron “Ciberleviatán” y “Ciberproletariado”, palabras que incorporadas al lenguaje analítico ofrecían una luz nueva para interpretar la actualidad.

Un concepto clave de Civilización artificial es “IA-cracia”; porque estamos hablando de poder, de un nuevo poder que emana de una máquina o conjunto de máquinas que no tenemos claro si sabremos gobernar, y que ofrecen un abanico de posibilidades inquietantes que hay que saber localizar y entender. Las pedagogías salvíficas actuales, las religiones capitalistas de origen californiano, los transhumanismos pseudolibertarios, los populismos apoyados en algoritmos, el poder neoimperial de algunas multinacionales más grandes que Estados, la debilidad de las administraciones públicas, puestas al servicio de los nuevos monopolios, son las distintas caras de este poder que podemos ya identificar como IA-cracia. Y Lassalle analiza muy bien cuáles son los dos focos de IA-cracia vinculados a Estados expansionistas y enfrentados en una nueva guerra fría de consecuencias imprevisibles: por un lado, tenemos el proyecto chino, caracterizado como un “nihilismo autoritario” y vinculado a una dictadura de Partido único, y por otro lado tenemos el edificio estadounidense, relacionado con un “nihilismo capitalista” ultrautilitario, que es el que nos ha tocado sufrir a nosotros en su versión polarizadora, antieducativa y tecnofeudal.

Reconocer que esos dos proyectos están tratando ahora mismo de meterse en nuestras casas, escuelas, hemiciclos y calles y comercios es comprender cómo podemos volver a imaginar un progresismo que no se base en mentiras, histerias y mitos interesados. No se trata (Lassalle lo señala varias veces) de caer en un ludismo infantilista: se trata de que en Europa seamos capaces de construir una IA que no erosione los derechos humanos fundamentales y no sirva para hacer la guerra y someter e incluso sustituir al ser humano en un planeta desertizado y despojado de horizontes humanos. ¿Estaremos a la altura de este reto o nos dejaremos llevar por los dogmas y la antiilustración posthumana que ya ha colonizado nuestros espacios públicos? Lassalle quiere pensar que hay esperanza y que el poder en  bruto aún no ha cerrado nuestros futuros. Unos futuros que desembocarán, no hay duda, en una “civilización artificial” en la que el ser humano convivirá con máquinas de manera constante y naturalizada, bien pronto ya.

Europa ha de hacer los deberes y profundizar en la construcción de una IA orientada a la ayuda del ser humano y no a su sustitución. No es suficiente regular hasta dónde puede llegar la investigación fáustica sobre esta herramienta que cambiará la faz de la Tierra entre hoy y el año 2050: tiene razón al señalar que necesitamos una IA programada con parámetros éticos, que funcione sometida a las necesidades de una sociedad democrática, en un sentido que contrasta vivamente con los proyectos semitotalitarios que se están desarrollando en China y Estados Unidos. Y expone sus ideas sin gesticulaciones ni apocalipticismos, con claridad, sencillez y naturalidad.

Lassalle (él ya lo debe saber) es uno de nuestros mejores analistas políticos y un buen ensayista. Ojalá hubiera más como él, liberales comprometidos con la viabilidad de las democracias sin rastro de populismo ni confusionismos interesados. Contrasta esta voz informada con la de otros autores ingenuos que ven la tecnología de un modo infantil y totalmente irreal, como si no ocultara intereses creados. Nunca ha sido más necesaria como ahora una derecha humanista e ilustrada, en un momento en el que el autoritarismo más salvaje vuelve a perfilarse como una opción aceptable precisamente porque el impacto del nihilismo californiano ha desestabilizado nuestras economías y nuestros pactos sociales. Tenemos que volver a la racionalidad, tenemos que volver al análisis leal y a los tonos argumentativos. Lassalle es un escritor serio, que no cae en pamplinas, ni tonos negros, ni tonos rosas, ni falsas promesas. Lo que nos transmite es crudo y duro de digerir, pero no podemos continuar mirando hacia otro lado, anestesiados con propagandas paradisíacas que distan tanto de la realidad que nos circunda.

Así como la Revolución Industrial, antes de que una serie de procesos correctivos traumáticos desembocaran en democracias vivibles, trajo una ola de desigualdades, violencias e injusticias de una brutalidad sobrecogedora, la nueva Revolución en la que vivimos embarcados traerá ahora mismo un paquete de maremotos sociales que hemos de saber prever y empezar a corregir inmediatamente, antes de que los populismos autoritarios se apoyen en los nuevos nihilismos posthumanos y ya no quede pronto nada por salvar. Lassalle cree que es posible redirigir el impacto de esta “transición crítica” hacia la Civilización Artificial, y de hecho cree que la Revolución Digital ya ha terminado y que a la etapa actual ya la podríamos denominar Era de la IA.

Ya estamos, pues, en una pantalla nueva. Tocaría desenmascarar falsas profecías y empezar a hablar seriamente de las nuevas formas de poder vertical que nos pueden limitar o incluso esclavizar. Las faramallas salvíficas y las propagandas neo románticas, con sus promesas falsarias, han fracasado y seguirá fracasando. Una IA-cracia comprometida con la democracia sería el mejor regalo que podríamos legar a las generaciones siguientes. Este caos cruzado de competencias fáusticas ligadas a guerras y pillajes no resulta ciertamente un modelo muy seductor para los jóvenes que han de juzgarnos a nosotros, y todo esto si los dispositivos autónomos de alta letalidad no enloquecen de repente y nos destruyen por poco eficaces o por no haber sabido dejar de soñar y dudar.


Título: «Civilización artificial»

Autor: José María Lassalle

ISBN: 978-84-19558-45-9

Editorial: Arpa

Idioma: Español

Número de páginas: 190 páginas

Fecha de publicación: abril de 2024


Fuente: educational EVIDENCE

Derechos: Creative Commons

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